Del amor al odio • Tsukishima Kei

Capítulo 26

Narrador:

El sueño de Hari era muy pesado, dormía como un bebé, podía escuchar música a todo volumen y seguir durmiendo, pero... Lo único que la levantaba era el fastidioso sonido de las notificaciones de su teléfono.

— Ah — suspiro pasándose una mano por el cabello desordenado y tomar el teléfono en su mano.

Al verlo su corazón latio con una rapidez, era un mensaje de Tsukishima.

Tsukki <3
(8:30 a.m)

Paso por ti a las 10:00.

Se sobó los dos ojos para ver si estaba viendo bien, ¿La estaba invitando a una cita? O ¿Era una salida? O ¿Saldrían con Yamaguchi?

¿Que es lo que harían?

Se paró rápidamente de la cama para poder arreglarse y desayunar con rapidez, porque aunque fueran las 8:30 ella era muy lenta, se demoraba al escoger su ropa y su maquillaje.

Cuando menos lo pensó escucho el timbre de su casa, corrió rápidamente bajando las escaleras para que no abriera Zai, pero lo hizo.

— Oh... ¿Sos Tsukishima Kei? — el asintió mientras se inclinaba.

— Soy amigo de Hari, vengo por ella, tenemos una cita — ¿Había escuchado bien? ¿Acaso dijo... una cita?

La cara de Zai era un libro abierto y muy gracioso, estaba asombrado no podía creer que su hermana menor definitivamente estuviera logrando su objetivo de poco a poco ser novia de Tsukishima.

La chica estaba dándose una face palm pero su corazón latía con rapidez quería volver a su cuarto y poder gritar mientras se tapaba con una almohada, pero debia salir y era el momento para verlo.

— Oh... Si claro, ya la llamo... Oh no va a hacer falta — el sonrió y le guiño un ojo a su hermana que solo rodo sus ojos, al llegar al frente de Tsukishima lo pudo ver, llevaba una camisa y pantalón negros y una chaqueta verde que le quedaba sumamente bien.

Se veía demasiado guapo.

Sus mejillas se tornaron rápidamente rojas al verlo, el también se sentía un poco nervioso, Hari estaba demasiado pero demasiado hermosa, se veía tan linda que le daban ganas de abrazarla y decirle lo hermosa que se veía.

— Nos vemos más tarde Zai — el asintió con una sonrisa despidiéndose de los dos jóvenes, se le aguaron los ojos de solo verlos.

— ¿A dónde vamos Tsukki? — pregunto ella mirándolo, todavía tenía su color carmesí en su rostro que ya prácticamente era definitivo de ella.

— Ya lo verás — tomo una mano de la chica sin girar a verla, cosa que de nuevo puso nerviosa a la chica, eso le daba gracia a él.

Caminaron un poco más todavía con sus manos juntas hasta llegar al que parecía un ¿Museo?

— ¿Tsukki? — Ella se giro a verlo, el tenía ahora su vista en ella, su corazón latio con rapidez al verlo tan cerca de ella.

— Vamos — ella asintió con una leve sonrisa.

Entraron, al parecer Tsukishima ya tenía todo planeado porque no había nadie en el museo, solo estaban ellos dos.

— ¿Por qué está tan solo? — giro a todos lados mirando todo, habían cosas demasiado bellas e interesantes.

— Haces muchas preguntas Chibi-chan — el rio, por primera vez rio el chico, ella lo miró intrigada, se veía demasiado bonito riendo y se sentía satisfecha por ser ella la que lo había hecho reír y de poder apreciarlo.