18.

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Estaban a nada de llegar a Alexandria, las nevadas ya habían caído, así que todo estaba cubierto de blanco, lo cual les causó problemas por el camino.

Desde lo sucedido en aquella colina, el estado de ánimo de Emily no era el mejor, no hablaba mucho, y aunque Daryl intentaba de todo para hacerla sentir un poco mejor, no lo lograba, así que ahora que estarían de regreso, esperaba que sus hijos pudieran hacerlo.

— Los niños estarán felices de vernos. — soltó el ballestero mientras caminaba a un lado de su esposa.

La mujer había mantenido la mirada perdida durante todo el camino, nunca se dignó en mirar a nadie, hasta ese momento que escuchó las palabras de Daryl.

— ¿Estás seguro de eso? — le cuestionó la mujer con frialdad para después regresar su vista en el camino.

Daryl no dijo nada más, no arreglaría nada, así que soltó un pesado suspiro y sólo se mantuvo a su lado.

La verdad es que Emily si se sentía feliz por ver a sus hijos, pero aún así mantenía un vacío por perder a dos de ellos, y a la persona que cuidó de ella y de su hijo más pequeño durante años.

Tanto Max como Carl estaban al tanto de que habían perdido a sus dos hermanos, aunque al más pequeño no le contaron la cruda verdad, al menos no tal como era.

Aún siendo un niño parecía entender este mundo, y eso a su madre le dolía, se suponía que debían pasar un buen momento en la feria, ocurriendo todo lo contrario, al menos para su hermano y sus padres.

— ¡Mamá! — el pequeño Carl corrió contento apenas vio a su madre entrar.

— Cariño. — la mujer lo abrazó fuerte, mientras hacía todo para retener el llanto que amenazaba con salir — ¿Estás bien?

La mujer tomó el rostro del pequeño para asegurarse que lo estuviera, mientras lo apreciaba, sintiéndose feliz de estarlo teniendo frente a ella.

— Sí mami. — respondió sonriente.

Su madre tragó con fuerza e intentó sonreír, sabía que si intentaba hablar terminaría llorando, lo cual el padre del niño lo notó.

— Hey. — se robó la atención del pequeño y le sonrió — ¿Para mí no hay un abrazo?

El pequeño Carl se acercó a su padre quien lo levantó sonriente, mientras que el mayor se acercaba a sus padres.

— Mamá. — la llamó estando frente a ella.

Max le sonrió ligeramente a su madre, al igual que esta a él, para que después el chico la abrazara. De todos, probablemente él era al que más le dolía la muerte de Blas, y era claro el porqué, Emily no podía imaginar el dolor que estaría sintiendo su hijo en esos momentos, sólo haciéndole sentir más culpable.

La madre de los dos varones finalmente pudo sonreír al ver como su esposo e hijos jugaban con la nieve junto a los demás, mientras ella se mantenía observándolos, deseando ver a quienes había perdido junto a ellos.

La mujer buscaba guardar ese lindo momento de los juegos en la nieve en su cabeza, esperando borrar el más reciente y horrible que habían pasado.

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Emily se enteró que Negan se encontraba en la enfermería, después de que haber salvado a Judith durante la tormenta de nieve y decidió visitarlo.

— ¿Así que intentaste hacerte el héroe? — soltó la mujer estando frente a él.

El viejo líder rio, mientras Emily intentó hacerlo un poco, para después cambiar su semblante a uno más serio y sentarse junto a él.

BACK TO YOU//The Walking Dead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora