BACK TO YOU//The Walking Dead

9.

Su cabeza dolía demasiado, la luz del lugar calaba en sus ojos, y sobre todo, se sentía completamente desorientada.

— Justin, parece que ha despertado. — vio una mujer acercarse.

Emily intentó sentarse en la cama con ayuda de la mujer, para después adaptarse a la claridad del lugar, teniendo como primera imagen a una mujer junto a un hombre, ambos rubios, aunque no parecían ser hermanos.

— ¿Dónde estoy? — preguntó la mujer sobre la cama tocando su cabeza, dándose cuenta que llevaba un vendaje en ella.

— Te encontramos cerca del rio hace tres días. — le informó el rubio.

— ¿Tres días? — la mujer se sorprendió al escuchar sus palabras, había pasado tres días inconsciente.

— Sí. — afirmó la rubia para después sentarse a orilla de la cama — ¿Recuerdas algo?

Emily intentó hacer memoria, pero lo único que consiguió fue una fuerte punzada en la cabeza, causándoles preocupación a ambas personas frente a ella.

— Está bien, no te esfuerces ahora. — le indicó el hombre — Soy Justin Brown. — se presentó para después señalar a la rubia — Y ella es mi esposa Amber.

La pareja le dedicó una sonrisa amable esperando brindarle confianza por medio de ella.

— ¿Sabes cuál es tu nombre? — preguntó la rubia.

— Emily, Emily Díaz. — se presentó intentando mostrarles el mismo gesto.

Ambos se aliviaron un poco al ver que por lo menos recordaba su nombre.

Tanto Justin como Amber no parecían ser personas por las que debiera preocuparse a que le hicieran daño, la habían ayudado y la tuvieron en su hogar durante tres días tomándose la molestia de cuidarla.

— ¿Cómo carajos terminé en ese río? — Emily habló para ella misma, pero no lo suficientemente bajo como para que la pareja no escuchara.

— Al parecer también había varios zombies corriendo por el río. — informó la rubia pasando su mirada de su esposo a ella.

— ¿Zombies? — preguntó la mujer con confusión — ¿Hablas de los muertos?

— Sí, así le llamamos nosotros. — río el hombre ligeramente — Te dejaremos para que sigas descansando.

La rubia se puso de pie y comenzó a seguir a su esposo, para que después ambos se detuvieran al escuchar hablar a la mujer sobre la cama.

— Oigan. — les llamó — Muchas gracias, por traerme aquí, y ayudarme.

Esta vez pudo mostrarles una sonrisa correctamente, la cual la pareja le devolvió antes de salir de la habitación dejándola sola.

Emily realmente no podía recordar el cómo terminó en ese río, su último recuerdo, era del día que descubrió aquel granero, pero no sabía cuánto tiempo había pasado desde entonces, no sabía que era lo que no recordaba.

Se preguntaba si Joss aún seguiría con vida después de que aquellos hombres los persiguieran por el bosque, el intentar recordar sólo le causaba más dolor, así que evitó hacerlo, al menos hasta que su cabeza dejara de doler demasiado.

Estaba segura que recobraría la memoria tarde o temprano, aunque esperaba que fuera más temprano, ya que por alguna razón, se sentía vacía, como si hubiera dejado una parte de ella en algún lado, y es que en parte así era, le entristecía el no saber que era aquello que había olvidado y que sentía le hacía tanta falta, realmente deseaba recordarlo pronto.