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Había pasado más de un año desde la caída de Negan y los Salvadores, Daryl se había estado encargando del Santuario, pero este estaba pasando por problemas, las cosechas se secaban y los cuervos se las solían comer, estaban pasando por un tiempo difícil.

El grupo había salido en busca de algunas provisiones, terminando por adentrarse en un museo para ver que encotraban en el lugar.

— Tienen sus listas, vuelvan acá cuando terminen. — indicó el viejo alguacil — Oigan, cuídense.

Los grupos comenzaron a adentrarse más al museo al escuchar sus indicaciones, para que cada quien pudiera inspeccionar el lugar.

— Oigan — Emily los llamó al percatarse de algo bajo sus pies — tienen que ver esto.

Un parte del suelo era de cristal, se encontraba en medio del lugar, mostrándoles con probablemente más de veinte caminantes de bajo.

Decidieron no tomarle importancia por el momento y siguieron avanzando, para después escuchar como un caminante caía justo en el piso de cristal, y por último terminar con una flecha del ballestero incrustada en el cráneo.

— Sigamos. — indicó Ezekiel — Veremos que hacer.

Al inspeccionar el lugar pudieron encontrar una carreta, la cual serviría como modelo para que el herrero de Hiltop pudiera hacer otras de esas, lo que sería de ayuda al enviar una al Santuario.

— Con cuidado. — indicó el viejo alguacil — Último escalón.

Intentaban bajar la carreta por las escaleras, el problema era que tendría que pasar por aquel piso de cristal, terminando por usar cuerdas para facilitar la tarea.

— Sostenlo con fuerza. — el ballestero le indicó a su esposa — No dejes que se resbale.

— Sé cómo hacerlo Dixon. — soltó con irritación debido a la pesada tarea.

La mujer escuchó a Daryl soltar un bufido detrás de ella, y notar como Carol les daba una mirada amenazadora para que no terminaran peleando en ese instante.

Parecía ser que lo lograrían, tenían que manejarlo con cuidado ya que el cristal empezaba a cuartearse.

Lograron pasar la carreta del otro lado, ahora sólo faltaba llevar la canoa y una pieza más que encontraron al mismo lugar.

— Sin movimientos bruscos. — indicó el líder — Avancen muy lento.

Daryl y Emily se encargaron de traer la última pieza faltante, sostenidos por una cuerda amarrada en su cintura por cualquier cosa.

— ¡Emily, cuidado! — soltó Rick al percatarse que el cristal comenzaba a cuartearse más.

El suelo de cristal finalmente terminó rompiéndose por no soportar el peso que pasó por encima suyo, haciendo que la mujer terminara colgada.

— Mierda. — maldijo al ver como los caminantes se acercaban con la intención de devorarla.

— ¡Emily! — escuchó al ballestero llamarla — ¡No te muevas!, ¡resiste!

— ¡No te preocupes! — exclamó la mujer mientras intentaba patear a los muertos — ¡No tenía planeado ir a algún lado!

Comenzaron a tirar de la cuerda para que lograra subir de nuevo, siendo el ballestero quien terminara ayudando a su esposa para salir de ese hueco.

— ¿Estás bien? — soltó el ballestero con preocupación tomándola de los hombros mirándola de pies a cabeza para verificar que lo estuviera.

— Sí, sí. — asintió su esposa con la cabeza algo agitada — Estoy bien.

BACK TO YOU//The Walking Dead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora