5.

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La pareja finalmente regresaba a Hiltop, verían a los niños después de varios días y eso le alegraba a Emily, los extrañaba demasiado.

Las puertas se abrieron dejándoles entrar, al hacerlo la mujer se percató como Blas corría hacia ellos.

— ¡Mamá! — gritó el menor corriendo hacia ella.

Su madre lo recibió con los brazos abiertos terminando por abrazarlo y depositar un beso sobre su cabeza.

— ¿Cómo estás cariño? — la mujer tomó el rostro del pequeño para mirarlo — ¿Dónde están Max y Olivia?

Blas terminó por soltarla y señalar a sus espaldas para que así su madre posara su vista a quienes se acercaban, el gemelo mayor caminaba hacia ellos con la pequeña Olivia en sus brazos.

— Oye amigo. — soltó el ballestero llamando la atención del gemelo menor — ¿Qué hay de mí? — se señaló a si mismo — ¿Acaso soy invisible?

Tanto el menor como su madre rieron por el comentario del ballestero.

Blas se acercó a su padre para abrazarlo, y Emily hizo lo mismo con el mayor de los gemelos, para después terminar tomando a la pequeña Olivia en sus brazos. El ballestero se acercó a ellos, sacudió el cabello de Max como saludó y tomó a la pequeña en brazos depositando un beso en su mejilla.

El momento de reencuentro familiar se vio interrumpido, al notar cuando Maggie se acercaba, alarmándolos al verla con un ojo moreteado.

Al parecer había pasado un incidente la noche anterior, el padre del joven fallecido había atacado a la líder mientras se encontraba bajo los influjos del alcohol, pero después de interrogarlo se dieron cuenta que había actuado así por la provocación de Gregory, teniendo por consecuencia el ahorcamiento de este esa noche.

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Tanto los del Santuario como los de las otras comunidades se encontraban arreglando el puente todos juntos.

Ese día Max había pedido ir con sus padres al lugar, así que mientras su madre se encontraba en su tarea, él estuvo junto a su padre en el puente, teniendo como tarea repartirles agua a los trabajadores.

— Entonces voy a verla, después de la siesta — Aarón hablaba agitado dirigiéndose al ballestero — la levantó y de pronto el pañal explota encima de mí.

— Que lindo momento. — exclamó el ballestero a su lado mientras ambos continuaban con su labor.

— De lo mejor, seguro te pasa. — soltó Aarón con diversión.

— Todo el tiempo. — respondió el ballestero — A mí siempre me toca la peor parte, a veces creo que lo hace a propósito.

Ambos padres rieron por aquella declaración de quien era padre de tres niños.

— Pero es lindo. — confesó el ballestero con una ligera sonrisa — A ella le causa gracia cada que lo hace, y a mí me gusta verla reír, así que no me molesta para nada.

— Suerte que a esos dos no les cambiaste el pañal.

Aarón señaló al gemelo mayor con la cabeza, haciendo que ambos hombres fijaran su vista en él.

— Mi madre siempre se quejaba diciendo que los niños eran los peores. — comentó Aarón volviendo a su labor.

Daryl se quedó unos segundos más mirando al niño antes de volver a hablar sin dejar de hacerlo.

— ¿De verdad? — cuestionó el ballestero — Me gustaría comprobarlo, algún día.

Aarón regresó su vista al hombre que trabajaba a su lado al escuchar sus palabras, sabiendo bien lo que quería decir, lo cual le sacó una ligera sonrisa.

BACK TO YOU//The Walking Dead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora