CAMPEONES | Kojiro Hyuga y Tú |

CAPÍTULO 5

Morisaki envía el balón a Tsubasa, quien comienza a regatear. Tsubasa llama a Misaki, entusiasmado por atacar. Rápidamente, Misaki se une a él, compartiendo la determinación de demostrar su habilidad con el balón. Mientras tanto, Hyuga insta a los demás a detenerlos a toda costa.

El dueto dorado del Nankatsu, Tsubasa y Misaki, toman el control del balón y avanzan con destreza por el campo del Meiwa. A pesar de los esfuerzos de Hyuga por interceptar, Misaki logra desviar el balón con un efecto sorprendente, permitiendo que Tsubasa envíe un pase crucial frente a la portería.

La tensión crece cuando Misaki corre hacia el balón y realiza un disparo certero con su pierna izquierda. El Nankatsu logra marcar el gol de empate justo antes del final de la primera mitad, en un emocionante enfrentamiento contra el Meiwa.

El árbitro marca el fin del primer tiempo del partido, que termina con un empate a 2 entre el Nankatsu y el Meiwa. La intensidad del juego ha mantenido a los espectadores en vilo, y se esperaba que la calidad del partido se mantenga en la segunda mitad después de los 5 minutos de descanso.

Ese empate se volvió en un mal sabor de boca. Habíamos empezado bien, con nuestro juego de siempre, no podía creer que me distraje en un momento tan crucial.

─ ¿Estas bien, Hamasaki?─ interroga preocupado Takeshi.

─ Hyuga va a matarme─ Contesté con exageración.

Mientras bebiamos agua y recomponiamos fuerza y energía, todos estabamos reunidos ya que Hyuga iba a decirnos algo.

─ En nuestro fútbol, la derrota no es opción. Nuestro objetivo es marcar, ¡así que envienme el balón al frente de su portería y marcaré!¡concéntrese en pasarme el balón!─ Tras concluir Hyuga, todos respondieron con un "sí" al unísono.

Aunque en este partido no sea capitán, seguía dando órdenes, y son ese tipo de órdenes que consisten en "sólo pasenme el balón", cosa que no estaba de acuerdo. Todos somos un equipo, si seguimos así solo llegaremos a depender de Hyuga, de esa manera no podemos progresar.

─ _______, ven─ Me llama Hyuga─ necesito hablar contigo.

Lo sabía. Sabía que me iba hacer hablar con él.
Salimos de la habitación. Antes de cerrar la puerta, los chicos nos molestaban gritando como sirenas de bomberos.

─ ¿Qué fue lo pasó allí?─ rompe el hielo Hyuga─ ¿Por qué te distrajiste?

─ De verdad, lo siento─ discrepé─ No sé que me pasó allá

─ Es por Misaki, ¿no?─ no esperaba esa pregunta─ Aquí no jugamos a los "amiguitos". ¡No hay lugar para los sentimientos aquí, tomate más encerio este partido!¡De no haber sido por eso, no estaríamos empatados y tendríamos la ventaja!─ dice exaltado.

─ Con todo respeto Hyuga, pero ¿de verdad crees que no me estoy tomando esto encerio?─ Pregunté ofendida a su regaño─ Todavía no terminó el partido, no entiendo por qué te comportas como si estuvieras nervioso─ Me dejé llevar. Parecía que le iba a salir una vena de la frente.

─ ¡¿Qué diablos dices?!¡Es exactamente por eso que digo que no te lo tomas encerio! ¡Sigues esquivando a los otros, pero cuando te toca enfrentarte con Misaki te quedas parada como tonta!

─ ¡Eso es porque, a diferencia de ti, yo si sé lo que es moral dentro del fútbol!─ esta discusión iba cada vez peor─ ¡¿Qué quieres que haga entonces?!¡¿Que le apuñale el corazón de una patada?!

─ ¡Ja! Este no es un juego cualquiera de entrenamiento, ________. Será mejor que luches como lo hacemos aquí─ Ordena, con la misma cara que puso en la cancha─ ¡Si quieres seguir en el equipo, será mejor que dejes tus sentimientos de niña de lado y me pases el balón para ganar!