capitulo 6

37 6 0
                                        

Jugando con fuego

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jugando con fuego

James entró sonriente. Su traje era azul marino completo, excepto por la camisa blanca debajo, pero aún así lucía tan despreocupado y feliz, totalmente lo contrario a Félix.

La mirada de James se cruzó con la mía al instante, y me regaló una sonrisa mientras se acercaba.

- Perdón por la tardanza, espero no haberte hecho esperar mucho - comentó apenado.

- No, para nada - respondí para calmarlo. - Hice una nueva amiga.

Tomé su brazo y lo llevé hacia donde estaba Ember.

- Princesa Ember, él es... - no pude terminar la oración porque fui interrumpida por la misma.

- James - dijo Ember, cambiando por completo su semblante. - Ya nos conocíamos.

- Hola, Ember - saludó James nervioso, sin darse cuenta de que su semblante había cambiado al traerlo para presentarse, ahora lucía algo pálido y decaído. - ¿Cómo has...

- No necesito que me preguntes eso - su mirada era glacial y yo no podía entender por qué. Ambos se miraron unos segundos antes de que Ember volviera a hablar. - Yo ya me tengo que ir a mi mesa.

Dijo pasando de largo a James y acercándose un poco a mí.

- Fue un placer conocerte. Estaré en alguna mesa por si necesitas algún lugar donde escapar - con eso, ella desapareció junto a sus amigas y su hermano.

Miré a James confundida. Él se tocaba el cuello nervioso y triste.

- ¿Quisieras algo de tomar? - me preguntó, mirando hacia la mesa de bebidas. Se podía notar su clara necesidad por dejar pasar aquella situación.

- Yo estoy bien así - contesté desconcertada.

- Creo que la noche no ha empezado muy bien- Comentó apenado- Y creo que podría empeorarlo con esto pero quería saber...Si.. bueno... quisiera bailar una canción esta noche conmigo - habló nervioso. - Yo no sé, tal vez si quieres tú...

Habló totalmente en desorden. Una pequeña risita salió de mi boca antes de aceptar con la cabeza.

- ¿Bailar esta noche? - hice una pequeña pausa, creando suspenso. - Claro.

- Eso es maravilloso - respondió sonriente. Ambos nos estábamos divirtiendo de cierto modo.

Pero mi tranquilidad en el palacio, como siempre, nunca era duradera. Dayan apareció entre la multitud para saludar al príncipe, solo para molestarme.

Sangre RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora