Capítulo 6

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Ya son las 6pm y todavía no me decido que ponerme. La semana se pasó volando. Vera estuvo más que intensa con el cumpleaños de Ryan, su novio. No tenía muchas ganas de ir pero ella me insistió demasiado. Y aquí estoy, un viernes por la noche estresada por qué vestimenta elegir.

— ¿Puedo pasar?— dijo papá golpeando la puerta.
— Si papá, pasa.— lo miré desde el espejo mientras seguía chequeando el outfit. Pantalón engomado, body blanco y zapatillas. Definitivamente no.
—¿Vas a salir?— se apoyó en el marco de la puerta.
—Si, lo siento, me olvidé de avisarte. Es el cumpleaños del novio de Vera, mi compañera de la que te hablé.
—Okey. Bueno cuídate.— se quedó ahí parado.
— ¿Qué necesitas?— me dí la vuelta y me senté en mi cama. El pasó, cerró la puerta y se sentó a mi lado.
— Quiero preguntarte algo. Sobre Max.— en ese momento mi alma cayó sobre mis pies.
— ¿Qué pasa con Max?- empecé a tontear con el relieve del acolchado.
— Eso me pregunto yo. He notado esta semana lo distantes que han estado. Y también noto lo nerviosa que estas ahora.- señaló el amontonamiento de acolchado que se hizo de tanto tirar de el.— ¿hizo algo que te haya incomodado? ¿o dijo algo?
— No papá. Para nada. Simplemente me estoy adaptando a la idea de compartir con alguien. He sido hija única 20 años. Es un proceso. Pero quédate tranquilo, Max y yo nos llevamos muy bien de hecho.— a ver.. en teoría no le estaba mintiendo. Si estaba en etapa de adaptación y si nos llevábamos bien. Aunque esta semana ni nos dirigimos la palabra.
— No te imaginas el alivio que me da Ava. Sabes que tu bienestar es lo que más me importa.
— Lo sé papá. Pero también tienes que saber que soy grande, ya no soy una niña. Y si algún día me llegase a pasar algo, lo sabrías.— lo tomé de la mano, me sonrió y se paró.
— Bueno.. te dejo sola. Estamos abajo. Te quiero.— me tiró un beso y se fue.

No me gustaba ocultarle las cosas a papá. Pero si era por su bien, tenía que hacerlo. Lo de Max fue algo de una sola vez. O dos. Bueno, esta bien, tres. Pero no volvería a pasar. No podía volver a pasar.
Después de dos horas finalmente me decidí y me puse un vestido corto de mangas largas color negro, con mis botas negras. Eran mis preferidas, nada me parecía más sexy que usar botas largas. Mi metro sesenta y cinco me ayudaba mucho.
Me estaba terminado de retocar el maquillaje y el pelo, cuando alguien tocó la puerta.

— ¿Qué pasa ahora pa?— quedé paralizada cuando vi que era Max quien estaba del otro lado de la puerta.
— ¿Que más soy? Tu papá, tu hermanastro, tu hermanastro con derechos— cuando dijo eso último le tapé la boca con la mano y de un segundo al otro me agarro de la cintura, me hizo retroceder hacia el interior de mi habitación y me dio la vuelta para cerrar la puerta. Asique ahí estaba. Yo contra la puerta con Max tomando mi cintura. Saqué mi mano de su boca.
— ¿Qué haces?- mi pulso estaba acelerado y sentía que me faltaba el aire. Me separé de él y me corrí hacia el otro lado.— Max..
— ¿Por qué me estas evitando?
— Porque lo del otro día fue un error. Estábamos cansados y confundidos, no quisimos hacerlo.
— Entonces ya. ¿No significó nada para ti?
— Ni para ti tampoco, si? Ya vete Max.—  avancé a la puerta y la abrí.
— De acuerdo—  se marchó a su habitación. ¿Listo? ¿Así de fácil?

🎼

Vera no exageraba cuando me dijo que a Ryan le gustaban las fiestas. La casa estaba repleta de gente, había vasos rojos por todas partes, botellas de vodka vacías, y llenas, por supuesto. Traté de llegar a la sala por el tumulto de gente y finalmente logré localizar a Vera.
—¡Viniste!— Vera vino corriendo hacia mi.
— Te dije que vendría
— Bueno, si. Pero reconozco que no te creí- se echó a reír.— ven te presentaré a todos.

Comenzamos a desplazarnos por la casa, llegamos a la cocina donde habían dos chicas, una castaña y otra rubia. Las dos se voltearon al notar que nos dirigíamos hacia a ellas.

— Chicas ella es Ava— me presentó
— Hola Ava, encantada de conocerte. Amelia. — dijo con una sonrisa la rubia.—  Y ella en Anne—
— Hola. Bonito atuendo— me analizó de arriba abajo.—
— Gracias. Ustedes también se ven increíbles.
— Vengan chicas. Es hora de pasarla bien.— dijo Vera. Nos llevó hacia el piso de abajo, un sótano. Típico de las películas. Allí había una mesa de pool y un sillón en forma de L que estaba con algunos lugares ocupados. Rodeamos el sillón y nos sentamos. Enseguida apareció quien debía ser Ryan con más bebidas.
— Ryan, ella es Ava. Ava, el es Ryan, mi novio.- nos presentó y nos saludamos.
— Un placer, feliz cumpleaños Ryan.
— Muchas gracias y gracias por venir.— si, creo que me cayó bien. Parecía un tipo amigable y muy extrovertido. Era alto y de pelo oscuro.
— Oh y el es su mejor amigo. Max.— cuando giré en la dirección que Vera apuntaba no podía creer que esto estuviera sucediendo. Estaba Max. Mi Max. Osea no es mío, me refiero a que es el Max que yo conocía. Sentí como un disparo al corazón cuando lo vi tonteando con una rubia, un poco más baja que yo, en la escalera. Ryan lo llamó e inmediatamente estaba dirigiéndose hacia nosotros. Llegó y se sentó a nuestro lado.

— Hola— dijo, así sin más. La chica rubia se sentó sobre su regazo.
—Max ella es Ava.— dijo Vera. Él se río.
— Si la conozco.— me miró.
— ¿Ah si? ¿De donde se conocen?—  preguntó Ryan.
— Gente en común— interrumpí. ¿Por qué estaba mintiendo? ¿Qué quería lograr con esto?
— Bueno. ¿ Que les parece si jugamos verdad o consecuencia?— dijo Amelia.
— Si. Si y si.— dijo Ryan.
— Ya. Pero debemos contestar y hacer las cosas sin excepción. De lo contrario. Shot. Okey?— propuso Anne.
— Perfecto— dijo la rubia— Soy Serene por cierto.— soy Serene por cierto. ¿Quién le preguntó?
—Un gusto Serene— dijo Vera amablemente.
— Bien, vamos. Vera. ¿Verdad o consecuencia?— y así arrancó la ronda, yendo uno por uno, hasta que finalmente llegó a mi.
— Tu turno Ava.— dijo Anne.
— Verdad— contesté yo.
— ¿Tendrias sexo con alguien de esta habitación?— dijo Ryan. No podía dejar de mirar a Max.
— Si. Por que no.— traté de sonar lo más segura posible. Digo, no me malentiendan. Había mucha gente aquí que se había sumado al juego. No estaba hablando de alguien en específico.
— Luego tienes que decirme con quien—  me dijo Vera al oído. Yo me reí y no pude evitar mirar a Max. Tuvimos contacto visual, pero enseguida me encargué de romperlo.
— Max. Tu turno.— dijo Amelia.
— Consecuencia.
— Okey. No me la esperaba.— contestó ella.— Muy bien. Veamos.— mandale un mensaje a la última persona que besaste.
— Bueno. ¿Que quieres que le diga?—  dijo sacando su móvil, en consecuencia Serene se levantó y se sentó a su lado. Tenía un aspecto triste, de qué se entristecia si el mensaje iba a ser para ella.
— No se. Dile la verdad. Si quieres que se repita o no.— Max asintió con la cabeza y comenzó a teclear en su móvil.
— Hecho.— agitó su móvil y lo guardó. Inmediatamente el mío vibró. Lo saque para chequear el mensaje que seguramente papá había mandado. Pero no fue así. Podría jurar que casi se me salen los ojos de tanto que los abrí de la sorpresa.

Max:
"Tú no quieres, ahí esta el problema".

-Hola! Los leo en comentarios si es que comentan ajaj :)

-Agu

Hermanastros: Melodías ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora