Hermanastros: Melodías Prohibidas

Diario de Max

No sé ni por dónde empezar. Lo de anoche fue... fue algo que nunca olvidaré. Todo empezó cuando Ava y yo nos quedamos solos en casa, esperando a que mamá y Rob regresaran, luego de que quedaran atrapados en el tráfico debido a la lluvia. Decidimos ver algunos episodios de "Friends", simplemente para pasar el tiempo y disfrutar de la compañía del otro.

Pero entonces, algo cambió. Algo en el aire, en la forma en que nos mirábamos, en cómo nuestras manos se rozaban de vez en cuando. Sentí una energía diferente, una conexión que iba más allá de la amistad, más allá de lo que había experimentado antes con alguien más.

Y luego, cuando le pedí que me acompañara a mi estudio musical, mi lugar sagrado, no podía creer lo que estaba sucediendo. Ninguna otra persona, aparte de mamá o papá, había entrado allí desde que papá... desde que papá se fue. Era mi santuario, mi lugar donde conectaba con él, donde sentía su presencia más cerca.

Pero Ava entró, sin dudarlo, sin cuestionar. Y entonces, cuando me cantó una canción, una canción que nunca olvidaré, sentí como si el mundo entero se detuviera. Su voz era como un susurro en la oscuridad, una luz en medio de la noche. Y en ese momento, supe que ya no podía ocultar lo que sentía por ella.

Y entonces nos besamos, por primera vez. Fue un beso lleno de emociones, de deseos reprimidos y de esperanzas para el futuro. Pero nuestra felicidad fue efímera, porque en medio de nuestro beso, escuchamos la voz de nuestros padres, anunciando su llegada.

Fue como si un balde de agua fría cayera sobre mí, recordándome la realidad de nuestra situación. Éramos dos personas atrapadas en un mundo de secretos y complicaciones, dos corazones que anhelaban estar juntos pero que estaban separados por circunstancias fuera de nuestro control.

Y ahora me encuentro aquí, en mi habitación, tratando de procesar todo lo que ha sucedido. Me pregunto si cometí un error al dejar que Ava entrara en mi mundo, al ser insistente con ella como lo hice esta mañana, si debería haber mantenido mi corazón cerrado y protegido.