Leyretxu. Doble juego.

2.9K 7 1
                                    

Hoy es miércoles, otra vez. Llevaba dos semanas sin poder dejar de pensar en este día. He estado trabajando en varios sentidos, para que hoy fuera un día perfecto. Y lo ha sido, sin ninguna duda.

Había pensado tanto en lo que podría pasar, que creo que al final todo ha seguido su guión de forma increíble. Yo hoy trabajaba de mañana, así que me tenía que despertar a las cinco, pero anoche puse el despertador, media hora antes. El despertar ha sido muy parecido al de hace dos semanas. Antes de sonar el despertador, ya estaba despierta y he aprovechado para sumergirme debajo de las sábanas. Ayer Iker trabajó de tarde y cuando llegó a casa me encontró en ropa interior, terminando de poner la cena para los dos. No se le ocurrió nada más interesante que hacer el amor en la cocina, antes de cenar.

Puede que sea cierto, que era exactamente lo que yo buscaba. Llevaba más de una hora sugestionándome, acariciándome y deseando que él llegara y me hiciera el amor. Lo hicimos muy duro, sobre la mesa de la cocina. Un plato y dos vasos, terminaron en el suelo. Después me atrapó con su cuerpo contra la encimera y allí, se volvió muy animal, consiguiendo llevarme el éxtasis dos veces antes de terminar él. Su éxtasis, fue mi primer plato de esa cena. Después de cenar me fui a la cama dejándole a él recogiendo el desastre. Me masturbé en la cama. Llevo dos semanas muy cachonda y haciéndolo varias veces cada día.

Durante el despertar de hoy, he disfrutado mucho más de lo normal. Creo que estas dos semanas de tanta actividad, tienen a Iker muy entregado y comprometido y estamos teniendo charlas profundas sobre nuestras esperanzas, deseos y fantasías. También está agotado en la fase más sexual y eso hace que sea más intenso y duradero en cada episodio de sexo que tenemos. Eso es lo que hoy ha favorecido que el polvo de esta mañana haya sido profundamente satisfactorio, largo y morboso. He gritado como la primera vez que Iker y yo follamos. Nada más despertarle desde debajo de las sábanas, me he subido sobre él en cuclillas y golpeándome con la mano en el clítoris. Iker ha tardado en vaciar su esencia en mí tanto, que hoy yo he podido correrme intensamente tres veces antes de que él lo hiciera, aportándome mi primer desayuno directamente. Ha ido a preparar café, mientras yo tenía mi cuarto orgasmo en la ducha.

Hoy Iker no trabaja, así que se ha ido esta tarde. Yo he salido de trabajar y he ido rápidamente a casa a comer algo ligero y a coger las cosas de la piscina. He llegado al agua, casi a las cuatro de la tarde. Solo había nadando un señor maduro que cuando me ha visto, ha parado de nadar sorprendido. Yo sin querer, me había sentado en la piscina en la misma calle que él nadaba, con mi bañador blanco. Da la casualidad que él tampoco debía haberme visto y al tocar la pared de la piscina, ha sacado la cabeza justo entre mis piernas con los ojos clavados en el triángulo de tela blanca semitransparente, que justo tapaba mi coño. Ha mirado hacia arriba sonriendo, pero fijándose con detalle en mi cuerpo antes de mirarme a los ojos.

-. Hola Leyre. Te había echado en falta...

-. Las cosas buenas, deben hacerse esperar, Ibon.

-. Y tanto que buenas. Acabas de llegar y ya me has alegrado el día.

-. Podemos hacer que este sea uno de esos días más alegres. Hoy deseo una rutina de esas que te vacían por completo. ¿Y tú?.

-. Tengo la mente abierta. Creo que hoy será un día de esos, de vaciarse bien, sí.

-. ¿Y si nadamos un poco juntos y después te invito a un café?.

No se puede decir que hemos nadado. Yo hacía un par de largos y paraba a hacer ejercicios. En realidad esos ejercicios solo eran una forma de llevar el juego más lejos. La última vez, el nivel de erotismo y provocación en esos ejercicios ha ido tan lejos que tenía uno de los pechos fuera del bañador. A él, se le salía la punta de la polla del suyo. Hemos tenido que dejar la farsa de la natación. En la ducha, tenía tanto cloro en el cuerpo, que creo que ha visto cuando he sacado los dos pechos para aclarármelos despacio y de forma sexy. Después de mí cuándo él se ha aclarado, he visto al quitarse el cloro de la entrepierna que está depilado y que porta una preciosa polla de una belleza que me ha estremecido.

Relatos eróticos breves.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora