Koldo y Andoni. Dos para una.

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Koldo y Andoni. Dos Hombres si, y pura perversión.

He ido al casco viejo de Bilbao a dar un paseo después de comer. La verdad es que hasta he estado pensando en otro proyecto literario. Algo mucho más básico. Escribir una especie de diario cada día, a cada momento que mi mente ve cosas raras. Porque cada vez estoy peor. Llevo muchos meses que estoy prácticamente todo el día pensando en sexo independientemente de lo que haga. Ha habido veces que incluso después de tener experiencias sexuales intensas, mi apetito no solo no disminuye, si no que se multiplica. El mes pasado hasta tuve la experiencia de la primera orgia de mi vida y al día siguiente, creo que me masturbé siete u ocho veces. Por cierto, me extraña que ninguno de vosotrxs me ha pedido que escriba el relato de esa orgia... bueno, como iba diciendo, todos los días me pasa algo que me enciende y quizá estaría bien anotarlo on time, a ver si así empezáis a entenderme.

Hoy ha sido una casualidad. Estaba comiendo y me ha escrito Andoni, que por casualidad, estaba también por Bilbao trabajando y hemos quedado para tomar un café cuando él termine, dentro de tres horas. Hace días que no estoy con él y no sé bien porque, ha debido pensar igual que yo y ha empezado a usar un doble lenguaje. Decía que podíamos tomar algo, pero insinuaba que podríamos terminar haciendo el amor en un portal. Sugería cenar de pintxos, pero insinuaba que tenía ganas de comer mi sexo. Como iba diciendo, esta temporada no necesito demasiado para ponerme a cien y él lo ha logrado fácilmente. He decidido esperar a que termine de trabajar y después ya veremos.

Pero claro, de la misma forma que en esta fase me pongo con facilidad así, no es menos cierto que también me pongo mucho más y hasta se me nota con facilidad. Yo me doy cuenta, no os creáis. Igual entro a una tienda de calzado donde hay un dependiente guapo y sin darme cuenta me quedo mirándole e imaginándomele desnudo. De pronto le miro a los ojos y veo que se ha dado cuenta que estoy sudando e hiperventilando mientras le miro la bragueta. Algunos disimulan. Algunas se ofenden. Otros y otras se alegran y sonríen o se insinúan. El calor de mi entrepierna se alimenta de todos, hagan lo que hagan. Estoy fatal.

Estoy tan mal que no llevaba ni media hora de tiendas y en un probador de Zara, me he quitado las medias para poder quitarme el tanga y seguir este paseo sin él. Me gusta sentirme expuesta con la minifalda solo y las medias protegiendone del mundo. Al salir de una tienda en la calle La Paz, de pronto veo a alguien que me parece conocido y me fijo detenidamente en él. No puede ser, es imposible.

Ayer mientras escribía uno de mis relatos, estaba hablando con uno de mis lectores que resultó ser.. muy activo. Dejémoslo hay. Colaboró tanto en el relato que hasta me proporcionó una foto para ilustrarlo, aunque siendo sincera, esa foto era lo menos explícito de todo lo que los enviamos uno al otro. En resumen, que el tío consiguió ponerme de la forma que me gusta estar para escribir esos relatos y más. Tanto que al final tuve que acariciarme antes de terminar el relato. Y ahora le tengo delante. Parece más delgado aún que en las fotos y eso que dejaba claro que no tiene ni una gota de grasa y si un abdomen de infarto.

Yo me podía haber quedado impactada de habérmele encontrado, pero he empezado a seguirle para asegurarme de que es él. Voy pensando en todo lo que hablamos ayer. Se puede decir que el relato que salió no tiene nada que ver con la conversación que tuvimos en la que el me ofrecía cosas muchísimo más atrevidas y más liberales. De pronto una foto de las que él me mandó llena mi mente e inunda mi entrepierna. Koldo estaba de pie al lado de una cama en la que una mujer boca arriba, con la boca abierta aceptaba gran parte de la herramienta con la que él la embestía. Ya me había enseñado sus recursos en dos o tres fotos antes, cosa de los tíos de demostrar el tamaño de su virilidad a la primera de cambio. El caso es que aquella mujer tenía mucho de esa virilidad oculto en la boca. Sigo pensando en todo lo que no me permite relajarme, hasta que él entra a un bar y pide una infusión.

Yo me he colado en el bar sin que me vea para poder observarle y asegurarme de que es Koldo y pido un café para mí. Estoy tan cerca, detrás de él, que hasta temo que vaya a olerme. Es él, de eso no me queda duda. Ahora pienso en que hacer. Me siento nerviosa y profundamente excitada. He quedado en apenas una hora ya, con Andoni. No sé que hacer, pero sin pensarlo, actuo. Cojo el teléfono fingiendo una llamada entrante y contesto con suficiente voz para que él me escuche.

Yo -. Buenas tardes. Ane Cesnero. Dígame. ( espero unos segundos). No. Se ha confundido.

Hago que cuelgo la llamada y guardo el teléfono en el bolso. Me he girado dándole la espalda como si no le habría visto hasta ahora. El camarero trae mi café y se cobra dejando las vueltas y de pronto, él me habla por detrás con una voz fuerte y varonil, que me llena por completo.

Koldo-. ¿ Vamos a escribir hoy un relato o vamos a hacerlo realidad?. Eres Ane, ¿ verdad?.

Joder, claro que soy Ane y el tío este acaba de ponerme a mil. Me doy la vuelta con cara de sorpresa, pero dudo que me salga bien. Seguro que la cara que tengo es la de zorra que necesita que la empotre contra la primera pared que encontremos. Sonrío y los dos reímos al sentirnos presentados. Nos damos dos besos y empezamos a hablar.

Por gracia o por desgracia he conseguido llevar la conversación a mi terreno y pasamos más de media hora hablando de mi afición por la escritura erótica. Él confiesa que desde que me descubrió, cada noche lee uno o dos relatos hasta que se relaja. Vale, los dos sabemos que es hasta que se masturbaba. Todxs los que me leéis, sabéis lo cachonda que me pone saber que os tocáis con mis relatos y creo que él, acaba de darse cuenta. Me he mordido el labio. Él cambia de estrategia al descubrir mi punto flaco, por una mucho más agresiva.

Koldo-. Si cada día me toco pensando en ti y en lo que escribes... Imagínate las ganas que tengo de correrme, teniéndote delante. Como dirías tu misma en uno de tus relatos, tengo la polla más dura que el hormigón y ahora mismo, miro directamente a tus ojos retandote. ¿ Aceptas el reto?.

Tengo que respirar despacio y agarrarme fuerte a la barra del bar. He mirado, sé que no debería haberlo hecho, pero he mirado. Tiene un bulto enorme en la bragueta y ayer ya vi que es lo que genera ese bulto. Koldo tiene una polla preciosa, fina y alargada. Curvada mucho hacia arriba y muy oscura. Creo que hasta siento como esa polla está mirándome a los ojos. ¿Que si acepto el reto?. Koldo, si me rozas con eso, empiezo a gritar como una loca, de placer.

Yo -. ¿ Qué reto?. Solo estamos hablando y además, mi ex estará a punto de llegar...

Koldo -. Es fácil, Ane. Vivo aquí mismo, en el portal de al lado. A tu ex, que le den por el culo. Vámonos a mi casa y escribamos un historia de verdad. Una con mucho sexo, con sudor, con trasvase de fluidos. ¿ Vas a mentir y decir que no deseas follar conmigo?.

Yo-. Vale Koldo. Para... No, no voy a mentir. Estoy empapada y he pensado varias veces ya en las ganas que tengo de ti. Pero no puede ser. He quedado. Quizá otro día...

Madita mi suerte. En ese mismo momento entra en el bar Andoni. Tengo que desactivar la función de localización que tenemos. Él tiene siempre mi posición GPS y yo la suya desde que empezamos a salir. Ya no somos pareja, pero como tenemos confianza, no la hemos desactivado. Andoni me conoce de sobra. En cuanto me ha visto hablando con Koldo, ha sabido que estoy en un estado de euforia de esos que hacen que tu entrepierna sea fuego y manantial a la vez. Viene sonriendo hacia nosotros. Yo le beso en los labios con más fogosidad de la que debería.

Yo -. Mira Andoni. Este es Koldo. Un lector de mis relatos.

Andoni-. ¿ Koldo?. ¿No será el Koldo con el que estuviste hablando ayer?.

Yo-. Bueno sí, es él. Nos hemos encontrado aquí casualmente. ( Entre Andoni y yo, apenas hay secretos. Apenas...).

Andoni-. Osea, Koldo. Que eres el que le decía a Ane que quería compartir un encuentro swinger con ella para probarla a fondo, ¿ verdad?.

Koldo-. Bueno sí... Ya sabes como son estas cosas. Estábamos hablando de los relatos...

Andoni-. Y tú estabas pensando en follar con Ane, claro. Nada hombre tranquilo, que lo entiendo.

Koldo-. Verás no pienses mal...

Andoni-. ¿ Mal?. Acabas de ponerme cachondo, Koldo.

Ala, a tomar por el culo. Que estoy viendo a Andoni mirar a Koldo y a Koldo mirarme a mí y esto no me gusta nada. Que se acaban de poner los dos igual de cachondos de lo que estoy yo. A la mierda, que ni siquiera tomamos un café, que antes de darme cuenta estamos subiendo las escaleras del portal de al lado del bar hasta el tercer piso. Que nada más entrar tengo la lengua de Andoni en la boca y las manos de Koldo rompiéndome las medias. Que tengo tanta humedad ahí, que siento nítidos sus dedos entrar y me derrito. Que antes de hacerme a la idea se cambian las lenguas de Koldo y la de Andoni dentro de mi boca y ahora Andoni de rodillas empieza a lamer mi coño y ni siquiera hemos pasado del recibidor.

¿Qué más quieres?. No lo pienso y me encuentro entre los dos besando a uno y a otro y ya ni se cual de los dos me está tocando el culo y cual me masturba. No sigáis por ahí o me corro. Que ni siquiera tengo que decirlo y de pronto estoy sola con Andoni en el pasillo y me eleva cogiendome del culo. Esto ya me suena más. Si me dejo caer... Me dejo caer. Me penetra. Aparece Koldo con algo en las manos. Yo no puedo prestarle atención pero se pone al lado de Andoni y de mí. Ahora entiendo. Siento sus dedos entrar por mi culo untados en vaselina. Me besa. Yo no dejo de cabalgar a Andoni que está de pie en mitad del recibidor y a la vez me clavo a Andoni delante y los dedos de Koldo detrás. De pronto, cuando sentía que iba a correrme, me quedo paralizada. Andoni ha abierto los ojos como platos y he sentido su penetración mucho más dura. Koldo acaba de meterle los dedos de la otra mano a él. Se miran entre ellos intensamente y de pronto empiezan a besarse metiéndose las lenguas en las bocas con pasión. Yo intento volver a concentrarme en lo que estaba haciendo, pero es imposible. Enseguida Koldo se ha puesto detrás de mí. He tenido un segundo de lucidez y he recordado las fotos explícitas de ayer de Koldo, alegrándome. Koldo la tiene un poco más pequeña que Andoni y también bastante más fina. Apenas me da tiempo de alegrarme por ese detalle cuando Koldo penetra mi culo.

Son dos putos titanes dándome duro. Me elevan y me dejan caer entre los dos. Me matan de placer. No puedo aguantar y empiezo a gritar. Sé que a Andoni le vuelve loco oírme tan salida, pero no me esperaba que Koldo se hubiera puesto así, follándose mi culo tan animal y tan excitado. Mi orgasmo ha sido monumental y ellos no me han dejado ni tocar el suelo.

Me han llevado a una habitación. Han ido a tumbarme en la cama, pero cuando yo estoy así, tan cachonda, no tengo límites. Me he puesto de rodillas en la cama y ellos han empezado a besarse delante de mí, ofreciendo sus erecciones a mi gusto. Yo he puesto una mano en cada una de ellas y he empezado a masturbarles a los dos alternando las caricias de mi campanilla en los dos capullos. Después no se ni como me he dado cuenta de que los dos tienen algún dedo metido en el culo del otro. Eso me ha puesto tan cachonda que he empezado a masturbarme y sin darme cuenta he caído tumbada en la cama boca arriba.

Este lenguaje es universal. Creo que ellos han descubierto la fantasía que acabo de crear en mi mente y Koldo ha tirado de mi cuerpo hasta sacar mi cabeza del amparo del colchón y seguido me ha metido la polla en la boca. A la vez que me embiste despacio pero hasta el final, veo dos dedos de Andoni lubricando el interior del culo de Koldo. Lo pienso y enseguida veo a Andoni sujetándose la polla y llevándola ahí. Tengo la cara tan cerca del culo de Koldo que hasta puedo escuchar como entra.

Ahora es solo Andoni el que se mueve. Con un leve movimiento de caderas, se mete entero en el culo de Koldo. No exagero porque se la he medido. La polla de Andoni como está de dura mide 23 Centímetros que le están dando placer a Koldo. A este no se la he medido, pero no tendrá menos de 22 que cada vez que Andoni empuja, me entran a mi en la boca hasta el fondo. Andoni dice algo que no puedo escuchar y Koldo me saca la polla. No tengo tiempo ni de respirar antes de que sea la de Andoni la que me folla la boca. Me cuesta más respirar, pero estoy atenta. Koldo ha hecho lo mismo que Andoni. Le ha lubricando un par de minutos el culo con vaselina y ha empezado a follar a Andoni. No aguantan mucho.

Un par de minutos después, Koldo empieza a gemir y Andoni se separa. Mis ojos se clavan en el capullo de Koldo que empieza a expulsar una abrumadora cantidad de semen muy denso y claro que impacta en mi cara y mis tetas. Antes de terminar de correrse, es Andoni el que apunta a mi cara y empieza también a bañarme con su semen. Entre los dos me bañan literalmente y nada más terminar empiezan a besar mi piel lamiendo sus descargas y besándose ellos cada poco tiempo. Ver a dos hombres hacer eso me pone tanto que enseguida les doy lo que quieren, poniéndome a cuatro en la esquina de la cama. Empiezo a pensar con los ojos cerrados, a tratar de avivinar cual de los dos me folla el culo o el coño cada vez que se intercambian, sabiendo que da igual cual sea, cuando uno de ellos está follándome a mí, el otro, le está haciendo lo mismo él.

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