Alba. Sexo con amor. (Semen en pareja).

1.5K 10 2
                                    


A ti, Alba. Porque me encanta como amas a tu chico. Os quiero millón.






Hoy estoy sensible y me apetecía compartir esto. Espero que agrade a quien lo lea.


Es curioso como se adapta a mi. Hoy estoy sensible y mimosa. Él me abruma con caricias y besos por mi piel a medida que nos desnudamos sobre la colcha. Hoy yo necesito paciencia y cuidados y Álvaro se afana en provocar despacio mis deseos con sutiles insinuaciones. Un roce de su erección en el momento oportuno por la piel de mis glúteos, una caricia delicada en uno de mis pezones mientras nuestras bocas negocian uniéndose, trasvases de fluidos. Una sutil palmada en el culo mientras cambio de postura. Calentar a fuego lento para potenciar los sentidos. Me caliento. Él no podría negar que también lo hace. Su erección se pasea firme por mi vista, bella, adorable, apetecible. Me apetece y acerco mi boca a ella. La beso. Huele a ducha y a pasión. La lamo y su sabor me activa más. Otra palmada en el culo que me sube por las paredes. Estoy preparada. Me subo sobre el hombre y lo albergo en mí. Siempre esa sensación de plenitud cuando Álvaro entra con su poderoso pene en mí así, despacio, sensual. Me llena, me culmina y empiezo a galopar sobre él. Sentiré cada una de esas veces llegar a mi núcleo, al centro de mi ser. Miro sus verdes ojos, llenos de bondad, de cariño y de ternura. Esa combinación de gestos delicados y tiernos con su potente y maravillosa erección haciéndome lubricar más y más. Duro como el cemento, su apéndice clavado en mí hasta el límite. Profanando mi líbido y llevándola más cerca del precipicio. Miro de frente a ese abismo y lo atraigo hacia mí. Siento perfectamente mi clitorix palpitar de ansias de precipitarse por ese acantilado, de hacerme caer en el placer. Empiezo a ahuecarme, a exhibirme para él. A acariciar mis tetas sin dejar de follarme a Álvaro. Está cerca, lo noto. Una primera convulsión que estremece mi vientre y grito despacio su nombre. Alvaro. Me pellizco un pezón y él me azota, ahora algo más fuerte y ahí está la segunda convulsión, la que me declara que ya está aquí el orgasmo. Viene a por su premio y viene a toda velocidad. Un nuevo grito y me desborda. Me corro. Esta vez es un orgasmo suave pero largo. Yo no dejo de cabalgar con la polla de Álvaro mancillando mi calma y promoviendo esta intensidad. Cuando cede el extasis lo saco de mí y beso sus labios.


Estoy sudada y el pelo se pega a mi cara mientras bajo besando su piel. Cuando llego al pubis él me dice que estoy preciosa. Yo la meto entera en mi boca una vez y pregunto si así estoy más guapa todavía. Él asiente. Entonces se me ocurre algo. Cojo mi teléfono y grabo su cara. Voy bajando hasta grabar su sexo brillante de sudor, de mi flujo y mi saliva. Grabo mi lengua lamiendo su capullo. Mi cara de satisfacción después de correrme y mientras lamo la base de su capullo. No hay prisa y sé como atraer su placer. Recorro con suaves caricias la base de su perdición sin dejar de mirar sus ojos que me enamoran, tiernos, mansos. Entregados sin duda al amor. Semen que brota de pronto sobre mi pelo, sobre mi cara y en mi boca. Culminación, sensaciones y sentimientos de plenitud. Subo por su cuerpo besando hasta su boca, donde él disfruta del placer compartido en un beso lleno de humedad y sabor intenso a amor. Descanso. Paz. Duermo.

Relatos eróticos breves.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora