14- Me estoy volviendo loca ...

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-M-mamá...- hablé con lágrimas en mi rostro.

-Disculpa, te estás confundiendo cariño - hablo la mujer confundida.

-N-no, t-tu, ella,- no podía hablé llorando.

-Elena, estás bien?- pregunto Taylor.

-S-si, solo me confundí- hablé limpiando mis lágrimas.

-Siempre haciendo drama- hablo Bill rodando los ojos.

-callate idiota - hablo Taylor

Mire a la mujer y está solo me miró confundida, Tom se levantó de su lugar y me agarró del brazo para llevarme a la habitación.

-Es la última vez que te vas Elena, me tienes hartó, dios solo eres una maldita carga!- grito Tom y yo lo mire atónita.

-Si te tengo harto, por qué no simplemente me matas, y acabamos con esto de una maldita vez!- grite molesta pero desepcionada.

-Sabes por qué no te mato?, sabes por qué?- hablo Tom tomando mi rostro con una sola mano. -Si no te mato, es porque te quiero - hablo Tom antes de besarme, aquél beso me tomo por sorpresa, no me desagradó pero era confuso, no sabía si lo amaba, o simplemente no quería morir, sus labios encajaban perfectamente con los míos, como si estuvieran hechos el uno para el otro, sus suaves manos que acariciaban mis mejillas, mientras todo lo del exterior se desvanecía, solo éramos el y yo, nadie más, solo el y yo contra el mundo tan cruel, ese beso no iba con segundas intenciones, solo era un beso, casual, tierno y amoroso. Nos separamos del beso y Tom me acaricio el rostro.

-Sera mejor que heches a esa mujer - hablé sería.

-No puedo hacerlo - hablo Tom .

-Por que no?-

-Porque ella es la hija de uno de mis socios, y es un matrimonio arreglado, podré unir alianzas con el y haci tener más poder- hablo Tom y yo lo mire sorprendida.

-No, tu no te puedes casar con ella- hablé con lágrimas.

-Lo lamento Elena, pero si no lo hago estarán en mi contra, y lo último que necesito son más problemas - hablo Tom serio.

-Ella no te ama, no te puedes casar!- mi dolor era grande, pero al estar tanto tiempo sin liberar mis sentimientos, todos salieron sin control.

-Ya está decidido- hablo Tom antes de salir de la habitación...

[...]

Pasaron tres meses, y Tom se había casado con esa mujer, llamada Emma, se casaron y tuvieron su "luna de miel" en los angeles, yo estaba sola, sola sin nadie a mi lado, no salía, y muy apenas comía, pero en ese tiempo arregle las cosas con Bill, y la verdad encontré un buen amigo, un amigo con el cuál pude contar, Gustav no tocó ni una sola vez a Luna y eso me agradaba, pero Luna no entendía que pasaba, Maddy se hizo muy amiga de Luna y ahora eran inseparables, Taylor y yo la pasábamos juntas a todas horas, nos la pasábamos arreglando nos el cabello o aveces veíamos películas románticas con Bill y Gustav, pero ellos siempre terminaban llorando y nosotras muertas de risa al verlos llorar, no supe nada de Tom en mucho tiempo, solo las veces que Bill hablaba con el, pero solo eran llamadas de 5 minutos, en una semana iba a cumplir 18 años, y posiblemente no iba a estar junto a Tom, no me importaba o eso quería hacerme creer, el sentimiento de querer a una persona y que está no sepa corresponderte, simplemente dolía y mucho, no era algo que mataba, pero si que encajaba un cuchido en tu pecho que dolía, pero te mantenía viva para que sufrirás.

-Elena, ya está lista la comida, quieres bajar?- hablo Taylor en el marco de la puerta de mi habitación.

-Prefiero quedarme aquí, dile a los chicos que buen provecho - hablé mirándola.

My living DemonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora