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Flor se tiró al sillón de Morena con un bufido exagerado, tirando su mochila al piso con un golpe sordo

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Flor se tiró al sillón de Morena con un bufido exagerado, tirando su mochila al piso con un golpe sordo.

-Jo, la puta madre! Cuando estoy cumpliendo mi sueño de sacar fotos para el mejor club del mundo, el pelotudo de Aaron se pensaba que entré para acosarlo. que la chupe el pelotudo, qué tarado es.- exclamó, cruzando los brazos sobre el pecho y mirando a Morena con frustración.

Morena, sentada en el otro extremo del sillón, le clavo una mirada comprensiva y sonrió levemente. -Déjalo a él, ya fue. Si sigue molestando, no le hagas caso.-aconsejó con un tono tranquilizador. -buscate a otro, ya va a llegar el indicado.

Lucas estaba sentado en una silla cercana, absorto en su celular. Cada vez que sus ojos se levantaban y se posaban en Flor, se sentía como un bobo de mierda. La miraba como un tonto, con una sonrisa que no podía disimular. Flor, notando su mirada, le devolvía la sonrisa por simple amabilidad, aunque dentro de ella también sentía un cosquilleo.

-Termino de editar estas fotos y vamos a merendar los tres?.- propuso Flor, rompiendo el incómodo silencio que se había instalado en la habitación. Morena y Lucas intercambiaron una mirada rápida, sabiendo que la situación entre ellos aún era tensa después de su separación. Sin embargo, ambos sabían que tenían que mantener una relación cordial, al menos por el bien de la lesión de Lucas.

-Dale.- respondió Lucas con una sonrisa, aliviado de tener algo de qué hablar. Morena, por su parte, se quedó mirando su celular, tratando de disimular su incomodidad. Aunque la situación era tensa, sabía que no podía dejar a Lucas solo en su estado.

Flor se levantó y se dirigió a su notebook, la cual había dejado en la mesa del comedor. -Bueno, a ver si termino rápido con esto.-murmuró mientras se sentaba y comenzaba a trabajar en las fotos. El silencio se hizo palpable en la habitación, solo roto por el sonido de las teclas y el ocasional suspiro de Flor.

Lucas, tratando de romper el hielo, se levantó y se acercó a la cocina.-¿Quieren algo de tomar? Un mate, un café...-ofreció, mirando a las chicas.

-Un mate estaría bien. contestó Flor sin apartar la vista de la pantalla. Morena asintió, agradecida por el gesto, pero sin decir nada.

Lucas comenzó a preparar el mate, tratando de concentrarse en la tarea para no pensar en lo incómodo que se sentía. Mientras tanto, Flor seguía editando sus fotos, sumergida en su mundo creativo. Morena, por su parte, seguía revisando su celular, aunque su mente estaba en otro lado.

-¿Y qué como van las fotos? ¿Están quedando piola?.-preguntó Lucas desde la cocina, tratando de mantener una conversación.

-Sí, están quedando buenísimas.- respondió Flor con entusiasmo.- todavía no caigo en que estoy trabajando en algo así. Es un sueño hecho realidad.

-Me alegro por vos.-dijo Lucas con una sonrisa sincera mientras volvía con el mate. -Te lo merecés.

Flor le devolvió la sonrisa, sintiéndose un poco más relajada. -Gracias, Lu. De verdad.

are we still friends?|| Lucas BlondelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora