𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 2: ᗴᒪ ᑎᗩᑕIᗰIᗴᑎTO

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Pasaron varios meses desde aquel accidente, pero da igual porque ningún habitante lo recuerda, así que siguieron con sus aburridas vidas

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Pasaron varios meses desde aquel accidente, pero da igual porque ningún habitante lo recuerda, así que siguieron con sus aburridas vidas.

El hospital "Nueva Vida" es conocido por ser supuestamente el hospital más famoso pero también el más extraño de la ciudad Horoshima, aunque nadie le presta atención porque no quieren ser dormidos. Allí se encontraba una futura madre en la sala de parto cumpliendo su labor, y un tranquilo silencio fue ahuyentado por el escalofriante grito de la madre.

—¡AAAAAH! ¡GHRAAAAAAAH! ¡Aaaah!.—gritaba la madre de una manera desgarradora. Todo el hospital se llenó de alboroto hasta que por fin hubo silencio en la sala. Pero esperen... demasiado silencio. El doctor que se encargó del parto sostiene a la bebé.

—Es una niña.—murmuró el doctor, anonadado. La bebé no emitía ni el más mínimo llanto y, lo más extraño, ¡no tenía cordón umbilical!

—Doctor, ¿está todo bien? Ya deme a mi bebé.—exclamó la madre muy agitada. El doctor reaccionó y se la entregó. La madre, dichosa al principio, perdió la sonrisa al ver la expresión tan fría de la bebé, como si en ella no hubiera nada. La bebé solo miraba con sus hermosos ojos color miel.

Solo miraba sin hacer nada, apenas se escuchaba su respiración

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Solo miraba sin hacer nada, apenas se escuchaba su respiración. Todos los presentes se miraron entre ellos, preguntándose qué acababa de pasar. La madre, apenada, intentó actuar con normalidad.

—Mmm bueno, jeje, qué linda, se parece a su padre. Por cierto, ¡¿dónde está ese idiota?! ¡Lo he llamado mil veces!.—dijo la madre, tratando de cambiar el tema. De la nada se escucharon unos pasos acercándose y murmullos sordos. La puerta se abrió de golpe con la llegada del padre, un hombre irresponsable y nunca puntual. El exhausto padre intentó coordinar las palabras mientras se acercaba a su enojada mujer.

—Lo-lo siento, había mucho tráfico y tuve que correr a pie. ¿Cómo está la bebé?.—dijo el padre, acercándose más.

—Después hablo contigo, toma a tu hij-dijo la madre, aún enojada. El padre, muy feliz, sostuvo a su bebé, pero su sonrisa se desvaneció ante la mirada áspera de la niña.

𝑬𝑳 𝑮𝑹𝑨𝑵 𝑴𝑼𝑵𝑫𝑶 𝑫𝑬 𝑳𝑨𝑺 𝑴𝑨𝑹𝑨𝑽𝑰𝑳𝑳𝑨𝑺 (Misterio Sombrío) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora