Está serie trata sobre la mente humana y sus emociones acompañada de la psicología desde varias perspectivas y de una madera fantástica con aventuras, misterios por resolver, acción y comedia. ¿Qué hay en la mente? Ese lugar que solo nosotros conoce...
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Nuevamente dentro de la mente de Katriana, en este maravilloso mundo que cada vez se iba ordenando más gracias a los habitantes y seres que vivían en ese planeta. Un planeta que se divide en dos, presentando el lado derecho como una zona natural, de mares, bosques, praderas y pequeñas aldeas; también presenta el lado izquierdo, el cual es más enriquecedor por su gran tecnología y ciudades.
En la aldea natural (también llamada aldea de la hoja) es donde están la mayoría de guardianes que han llegado para distintos cargos y para cumplir con sus labores. Hoy hay mercado, por lo que el centro está lleno y bastante apretado, pero Akira no pasa desapercibida entre tanta multitud.
No solo ella, también están Kahimi y Delaila. Las enviaron a comprar unos suministros para el edificio en el que ellas viven.
--- ¿Por qué tenía que venir yo? -- cuestionó Akira.
--- Porque... Pues... Ay, no sé, tú solo cállate y toma la mitad de la lista para acabar más rápido -- respondió Delaila y estiró su mano para darle el papel.
--- ¡Ah, hola! ¿Te recuerdo que no tengo manos? -- dijo Akira. Delaila se acercó a ella y le puso el papel en el collar rojo de su cuello para luego dar la vuelta e irse.
--- ¡Sí que eres mala! -- gritó Akira, pero Delaila no prestó atención y siguió caminando.
--- ¡Grrg!... ¿Y Kahimi dónde está? -- se preguntó Akira y de la nada aparece Kahimi haciéndola saltar del susto.--- ¡Aaaaaah! -- gritó Akira y vio a Kahimi con una expresión muy enojada.
Después de varias horas, Akira por fin había logrado comprar todo lo de la lista. Llevaba todo en el cuello y hocico, balanceándose de un lado a otro por tanto peso.
--- ¿Tú no piensas ayudarme? -- le dijo Akira a Kahimi. Ella, cabizbaja, crea una burbuja de agua y carga todas las cosas, y sigue caminando.
--- Oh, muchas gracias -- dijo Akira y caminó junto a Kahimi.
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Su hospedaje es un pequeño edificio donde viven la mayoría de emociones principales, cada uno con su cuarto y de a equipo le toca un piso. Las dos llegan al lugar y llevan todo a la bodega donde Delaila ya estaba empezando a ordenar todo.
--- Sí que son muy lentas ustedes. En serio, me aburren -- comentó Delaila. Como siempre, cada palabra que escupe le llega directo a Akira, lo que la hace enojar, pero ella intenta tolerarlo y ayuda a ordenar los suministros que ella trajo.
--- Ni te molestes, yo lo hago porque tú tardarias toda la noche. Ni siquiera sabes usar tus habilidades -- dijo Delaila. Akira se empezó a poner seria y aún así intentó ayudar. Kahimi presentía que algo iba a pasar, por lo que no se entrometió y empezó a organizar rápidamente.
--- Tal vez no tenga manos, pero al menos yo no ando por ahí mal utilizándolas -- agregó Akira. Delaila lo captó como indirecta y la miró de reojo.
