•|¿Maybe?|• {Celestia x Kyoko}

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Narra Celestia.

Un día después de que fuimos al parque, la madre de Kyoko me pidió llevar a Kotoko a la escuela y recogerla, ya que ella estaría horas extras en el trabajo. Sería hasta las 2 de la tarde que pasaría por ella.

Celestia: Toma, cómetelo todo ¿Okay? -dijo poniendo un plato con panqueques y un vaso con jugo de naranja frente a Kotoko-

Kotoko: ¡Okay, Celes! -comenzo a devorar la comida-

Kyoko ya había desayunado y bajo por las escaleras terminando de acomodar su corbata.

Celestia: ¿Algún caso en especial?

Kyoko: No, solo me solicitaron como refuerzo para Jin. Está analizando un expediente.

Celestia: Bien. -le dió un beso- Que te valla exelente, mi amor.

Kyoko: Gracias. Adiós enana. -le dió un beso en la mejilla a su hermanita-

Kotoko: ¡Yo no estoy enana, poste de luz!, ¡Que te valla bien!.

Tras decir eso, Kyoko salió con destino al trabajo.

Celestia: Bueno Kotoko, sube a vestirte. Salimos en diez.

Tras terminar de lavar los platos, Kotoko bajo las escaleras con su uniforme nuevo, sus características coletas y su mochila, lista para irse.

Subieron al auto de la pelinegra y llegaron a la escuela.

Celestia: ¡Mira, halla está Jataro! -dijo señalando a dónde se encontraba él chico-

Kotoko: ¡Hola Jataro!

Jataro: ¡Utsugi! -corrio hacia la chica- ¡Que suerte que estés aquí!

Celestia: Bueno Kotoko, nos vemos después. -se despidió y se fue en dirección a su auto-

Narra Kotoko.

Jataro: ¿Ella es la chica que estaba con tu hermana?

Kotoko: ¡Sippe!

Jataro: ¿Es otra de tus hermanas, o es amiga de tu hermana?

Kotoko: ¡Es la novia de mi hermana! -dijo con emocion-

Jataro: ¡Eso es genial!

Continuaron por los pasillos.

Kotoko: Oye Jataro, ¿Porque tú usas una máscara?

Jataro: Esque... Soy feo. Y no me gusta repugnar a las personas...

Kotoko se la quito y lo observo.

Kotoko: ¡Pero, si tú eres muy lindo!

Jataro: Bueno... G-gracias...

De repente se escuchó un carraspeó. Oh no.

Masaru: Ahora tu novia estará en esta escuela, Jataro. Que suertudo.

Nagisa: ¡Tsk!, ustedes siempre molestando. Déjenlo en paz.

Kotoko a lo lejos, pudo ver a Monaca siendo empujada por un chico peliblanco. Parecía tener la edad de Kyoko.

Este se inclino después, estando sobre sus rodillas y le susurro algo a Monaca antes de abrazarla e irse.

Masaru: Oh, ya llegó Towa.

Nagisa: Al parecer si, tonto.

Masaru: ¡Ya quisieras tener mi cerebro!