-Wınd Breaker X T/N- [EN EDICIÓN 💋]

26

-Vamos.-

-----------------------------

Los chicos y yo comenzamos el camino hacia el parque forestal, debíamos buscar atajos.

Mientras que el pelinegro había quedado al mando de la formación, intentando vencer al pesado arrogante que nos había provocado múltiples golpes.

POV'S TOGAME.

Shishitoren y yo, nos perdimos un poco en el camino, no conocíamos la ruta exacta de los puentes, sin embargo, no íbamos a defraudar a Boufuurin, tanto mi princesa como Sakura, vinieron a pedir apoyo; claro que en distintos tiempos.

Imagina si Sakura me hubiese visto con ella debajo de mi, gimiendo, tocando a su amiguita cercana; obvio que sería hombre muerto.

No pude evitar sonreír ante aquel pensamiento absurdo que había tenido.

Logramos encontrar el punto en el que estaban ellos y ella.

No resistí cambiar un poco mi humor, al verla a ella, sucia y levemente lastimada; estaba de rodillas y cansada.

Así mismo, el chico de pelo negro y blanco, sujetado del cuello de su camisa y con sangre en el rostro.

Ambos se veían cansados.

Una princesa no debería ensuciarse, mucho menos arrodillarse. -Finalmente hablé, llamando la atención de ella.

Vi como de forma rápida todos dirigieron su mirada hacia donde yo me encontraba.

Perdón, perdonen, nos perdimos en el camino. -Solté una leve risa, para volver a decir. -Llegamos a lucirnos, chicos.

La chica de forma rápida, como pudo se levantó y corrió hacia mi, abrazándome fuerte y mostrando alivio.

Debes descansar, princesa. -Correspondí su abrazo, para luego mirar fijo su rostro y limpiar con suavidad la suciedad que había en su cara.

Así que golpeé a la princesita de Shishitoren, ¿eh? -El contrincante había soltado a Sakura, mientras miraba divertido la escena.

Apenás escuché aquello, lo miré confundido al tipo que había jugado con mis amigos.

Él es el malo. -Escuchaba quejas de la chica, mientras escondía su cabeza en mis prendas, parecía una niña indefensa.

Togame, siento decírtelo apenas llegas, pero necesito que te encargues. -Sakura se acercó a hablarme, mientras limpiaba el rastro de sangre en su nariz.

No se preocupen, déjenmelo a mi. -Miré a ambos, y les dije firme.

Cuando acabe, ¿me la vuelves a prestar? -Escuché susurros de la chica, mientras agarraba con suavidad el borde de mi chaqueta.