Capítulo 4

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El salón privado del hotel estaba lleno de nuestro equipo de fútbol

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El salón privado del hotel estaba lleno de nuestro equipo de fútbol. Cada persona que formaba parte del equipo técnico estaba aquí disfrutando del momento.

Había bajado con algo de ayuda. Algunos medicamentos me ayudaron a bajar el dolor, pero mi tobillo seguía inflamado. Seguramente mañana amanecería morado.

Las chicas permanecían a mi lado mientras hablaban acerca de algunos juegos o cosas personales. No me habían dejado para nada sola y me sentía agradecidas con ellas acerca de eso.

-La idiota de Fuentes sonrío al verte caer por segunda vez.

Murmura Julie antes de tomar un sorbo de su cerveza.

-Ningún equipo quiere que seamos tricampeonas, ellas sabían que no iban a ganar. Solo quisieron fastidiar a nuestra capitana.

Afirma una defensa.

Suspiro y miro mi propia bebida. De hecho, eso tomaba mucho sentido, pero nunca lo habían hecho antes.

-Una nueva generación está subiendo y quieren llegar a ser alguien, pero Ellie sigue resonando.

Bethany me mira y sonríe algo apenada. A ella tampoco le estaba gustando el tema de conversación.

-Solo es cuestión de tiempo para que me retire, no sé por qué hacen tanto drama con el tema.

Hablo llamando la atención de todas.

-¿Haz estado pensando en ello?

Pilar cuestiona algo sorprendida justo al lado de Kim, su novia. 

-Claro, después de tantas lesiones y años en el campo es algo que inevitablemente no puedes dejar de pensar.

Le doy un sorbo a mi bebida.

El lugar queda en un silencio un poco incómodo. El tema había sido superado gracias a mí misma.

-Alguien va llegando, ¿hace alguien falta?

No tuve que mirar para saber de quién se trataba. Moví mi vaso de vidrio mientras pensaba en todo lo que tendría que pasar Rhea si aceptaba el trato de nuestro club.

-Ellie, es Rhea.

Comenta Beth algo sorprendida.

Tomo una bocanada de aire y levanto la mirada. Ella estaba justo en la entrada hablando con Paul. Vestía con un pantalón de chándal y una sudadera a juego. Algo muy simple para ella.

-¿Qué hace aquí?

Cuestiona Pilar de mal humor. Podía sentir algunas miradas en mí, pero no pensaba en ponerme a pensar en ello.

-Deberíamos regresarle lo que le hizo a nuestra capitana.

Comenta Kim. Levanto la mirada y la miro confusa.

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