"En el amor, el destino baraja las cartas, pero nosotros jugamos la partida".
-Jacinto Benavente.
Rhea Tristen y Ellie Blaze no solo tenían la responsalibilidad de jugar dentro de una cancha de fútbol. No, ellas también debían jugar su propio juego...
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Desperté antes de que la alarma sonara. Parpadeé varias veces ajustándome al sol de Madrid.
Mierda.
Me estiré y después de unos minutos me senté en la cama. Rápidamente le di una mirada a mi tobillo y vi que estaba completamente sano. Sonreí algo emocionada.
Me puse de pies y apoye mi pies sintiendo que hoy no tendría que cojear como días anteriores. Ahora podría salir huyendo de la prensa más rápido.
Tome una ducha, cepille mis dientes y baje a desayunar con el resto del equipo. Finalmente era la semifinal de la champion. Aún que, hoy solo sería ver todo desde un palco.
El área de comida estaba repleto del equipo, al parecer muchas no durmieron demasiado al reconocer la importancia del juego de hoy.
Busque mi silla junto a Beth, Pilar y Kim.
-Pero miren, Ellie, ya puede caminar sin parecer recién cogida.
Pilar exclamó con tanto respeto como siempre. Kim golpeo su brazo para hacerle saber que lo que dijo no estaba bien, pero ella no le dio importancia.
-Jamas he visto caminar así a Kim... Entonces, ¿debo suponer que no eres buena en la cama?
Beth fue la primera en reír y señalar a Pilar con su dedo índice.
-El estafador salió estafado.
Kim se le unió y ahora el chiste de la mesa era Pilar quien estaba sonrojada hasta las orejas.
-Nunca la haz visto así porque nuestras noches son más que una sola.
Asegura dándole un beso en la mejilla a su novia. Negué lentamente con una sonrisa simple.
-Capi, tu desayuno.
Juliette colocó frente a mí un plato.
-Disculpa las molestias.
Le dije, ella negó sin mucha importancia.
-Hoy por ti, mañana por mí.
Aseguro antes de regresar junto a Julie. Ellas eran mejores amigas desde que la última mencionada entró al club. Me recordaba tanto a Rhea y a mí hace algunos años atrás.
-Dice que Mack te reemplazará.
Comenta Beth sin dejar de comer con ánimo. Busque con mi mirada a la susodicha y la vi hablar con otras tranquilamente.
-¿Crees que haremos buen par?
Comenta Kim, la otra delantera designada. Siempre eramos ella y yo contra todas las defensas del equipo contrario, pero hoy no lo sería gracias a mi lesión y a una pelinegra.
-Han practicado anteriormente y toda la semana, seguramente les irá bien.
Asegure con una sonrisa. Kim asintió y volvió su mirada al plato.
