Vi a mi objetivo a punto de subir al ascensor. Era mi oportunidad de hablar con ella.
-Pilar, ¿podemos hablar un momento?
Ella se sobresalto al verme llegar de esa manera.
-No quise asustarte.
Murmuro apenada, ella sonríe y niega.
-Claro que puedo hablar contigo.
Sonreí y asentí.
-¿En mi habitación? Será algo rápido.
Afirmó con su cabeza. Ambas ingresamos al ascensor y toque el botón para que me llevara a mi piso. Al llegar abrí la puerta y la dejé ingresar. Ella no dudo y rápidamente encontró donde sentarse.
-¿Qué tema quieres tocar?
Me senté en el pequeño sofá frente al de ella. Suspiré y la miré fijamente.
-Es sobre el tema de Rhea.
Su semblante cambia radicalmente. Si estaba teniendo un buen día, se lo había terminado de joder. Se reacomoda en su lugar y aparta la mirada para intentar ocultar lo afectada que se veía con solo la mención de la nueva.
-¿Qué quieres saber?
Ella mejor que nadie sabía acerca de qué quería hablar. Seguramente ya se encontraba maquinando alguna respuesta a mis siguientes posibles preguntas.
-¿Cuál es el problema principal? Estoy intentando comprenderte, pero simplemente no encuentro nada.
Suspira y entrelaza sus dedos sobre su regazo.
-Tú mejor que nadie deberías entenderme. Era tu jodida novia en el momento en que pensó abandonarnos como si no importaramos un carajo. Ahora piensa volver como si nada. ¿Debo recordarte todo lo que afecto al club y a ti personalmente?
Mi mirada no se aparta de ella. Al menos ahora tenía la idea del problema.
-Entiendo que estés enojada, yo lo estuve muchos años. Sin embargo, creo que acosarla como lo estás haciendo no es lo ideal. Me he tomado el tiempo para saber acerca de sus años fuera de aquí y créeme que suenan peor que los nuestros.
Ella ríe amargamente interrumpiendo lo que tenía en mente. Bueno, sería una conversación difícil.
-Ella siempre te manipuló y lo sigue haciendo.
Negué. No por lo que decía, sino por lo cerrada que estaba.
-Ese no es el problema que quiero hablar contigo. Quiero y necesito que dejes de hostigarla. Estás robándole energía a ella, a ti y a todo el equipo con el maldito conflicto que sola te haz inventando.
Gruño enojada.
-Escucha, Pilar. Tú tienes más años que yo de estar en el club y estoy segura que te sabes los reglamentos mejor que yo, entonces sabes las consecuencias que podrías tener si Rhea decide hablar acerca de lo que le estás haciendo. Tiene pruebas y testigos en tu contra.
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Nuestro Destino
Romance"En el amor, el destino baraja las cartas, pero nosotros jugamos la partida". -Jacinto Benavente. Rhea Tristen y Ellie Blaze no solo tenían la responsalibilidad de jugar dentro de una cancha de fútbol. No, ellas también debían jugar su propio juego...