Estacione donde mejor encontré. Apagué el motor y le di un vistazo rápido a la mujer a mi lado, justo estaba por abrir la puerta.
-Lo hago por ti, espera...
Murmure saliendo del auto y casi corriendo a abrir la puerta por ella. No pude pasar por alto su mirada confusa.
-No tienes que hacerlo, Rhea.
Sonríe.
-Lo sé, pero quiero hacerlo.
Afirme. Cerré la puerta en cuanto se movió. Coloque mis lentes oscuros, no quería que las personas que podrían reconocerme me vieran de esta manera.
-¿Me guías?
Cuestionó al ver que seguía en la misma posición, solo que ahora con los lentes sobre mis ojos. Aclaré mi garganta y asentí.
-Claro. Solo tomemos asiento y podemos hablar de cualquier cosa.
Empezamos a caminar por el vacío parque. Me sorprendía que estuviera así, pero tal vez tenía que ver la hora. Aún no era más de las cinco.
-Paul me ha hablado que quiere empezar a integrarme en las prácticas luego de sanar completamente.
Pude sentir su mirada sobre mí. Siempre había sido pesada, pero ahora era el doble. Era inevitable no sentirte observada por ella.
-Pensé que lo harías luego de finalizar la temporada.
Encontré un asiento vacío y la señalo para que ambas nos sentamos. Estabamos justo debajo de un bonito árbol.
-Me presentarán luego de la temporada. Las prácticas serán en secreto.
La miro. Ella miraba hacia el frente con su rostro relajado. Se veía muy bien. No cargaba una pizca de maquillaje y parecía que estuviera lista para una sesión de fotos.
¿Cómo ella lo lograba?
-¿Quieres que te diga si estoy en contra?
Su pregunta no me tomó por sorpresa. Lo directo de Ellie era una virtud que destacaba.
-Puedes decir lo que quieras, Ellie. Pronto serás mi capitana.
Sonreí en su dirección. Su mirada se desvío hacia mí y respondió a mi sonrisa. Sería la primera vez que la llamaría a ella de esa forma. Cuando salí hace cinco años atrás, ella aún no lo era. De hecho, ambas estábamos postuladas, pero mi renuncia la hizo ser la única candidata.
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Nuestro Destino
Romansa"En el amor, el destino baraja las cartas, pero nosotros jugamos la partida". -Jacinto Benavente. Rhea Tristen y Ellie Blaze no solo tenían la responsalibilidad de jugar dentro de una cancha de fútbol. No, ellas también debían jugar su propio juego...