El día llegó. Había pasado casi un mes desde que se habían separado. Fueron semanas duras para ambos, en especial para Max, quien se había sumido en la depresión y el alcohol, llegando al punto de casi perder la vida por ello. Checo había luchado internamente por decidir cuál sería el rumbo que tomaría todo eso, pues no sabía si hacer caso a su mente y terminar todo definitivamente o escuchar a su corazón y darle una segunda oportunidad a Max.
Luego de varios consejos de sus amigos y familia. Había tomado la decisión de escuchar a su corazón.
El mexicano se dirigía al departamento de Max. Era una tarde hermosa y soleada, pero, aún así, estaba lleno de ansiedad mientras subía por el ascensor; cosa que le pareció eterna.
Al llegar al último piso del edificio, se dirigió a la puerta del penthouse del rubio. Tomó aire y tocó la puerta, o al menos eso creyó. Realmente, se había quedado paralizado frente a ella. Necesitaba ser valiente, pero no podía.
"Vamos cabrón, es solo tocar la maldita puerta". Pensó mientras se forzaba a levantar el brazo. Dando dos toques suaves. Esperando que Max se encontrara allí.
El joven estaba en su cuarto jugando videojuegos. Se le hizo algo extraño oír la puerta, ya que no estaba esperando a nadie; de todas formas se levantó a abrir, quedando petrificado al ver quién estaba allí.
"¿Ch-Checo? ¿Que haces aquí?". Preguntó algo aturdido, arreglando inconcientemente su cabello desordenado.
"Hola Max, sé que es raro que esté aquí... ¿Puedo?". Sergio hizo una seña hacia adentro.
Max salió de su trance, quitándose de en medio, dándole espacio a Checo "¡Claro! Adelante, por favor".
Ambos siguieron y se sentaron en el sofá donde solían acurrucarse en las noches frías. Viendo películas, bebiendo vino y riendo.
"¿Quieres algo de tomar?". Ofreció Verstappen tratando de actuar normal y no como un manojo de nervios.
Sergio sonrió, enternecido internamente por el comportamiento del rubio "Si, por favor".
El holandés se apresuró a servir dos vasos de agua. Pasándole el de Sergio con las manos algo temblorosas. Éste agradeció y le dedicó una pequeña sonrisa que lo derritió por dentro.
"Bueno Max... Voy a ir directo al grano". Comenzó, tomando un poco de agua. Max asintió, dándole la señal de continuar "Estoy aquí porque quisiera escucharte. Creo que hay muchas cosas que desde esa noche quedaron en incógnita. Así que, quiero escuchar lo que tengas que decir para poder decidir si definitivamente te mereces mi perdón".
Los ojos de Max brillaron al oír la palabra 'perdón'. Sabía que no debía arruinarlo. Debía ser perfecto.
"Checo... No sé ni por dónde comenzar. Primero que todo, lo que pasó esa noche, no tuvo, ni tiene ningún significado para mí, eso te lo aseguro; ni siquiera yo comprendo por qué lo hice... Quiero que sepas que te amo más que a nada en el mundo. Cometí un error terrible y lo pagué caro. Creo que estás enterado de que casi me mato, pasé días solo, ahogándome en vodka y sin poder dormir, pensando que te había perdido. Fue una tortura... No estoy diciendo esto para hacerme la víctima. Lo que quiero decir es que pagué por mi error y, aunque decidas perdonarme, siempre estaré arrepentido de lo que hice".
Max tomó aliento, tratando de disipar sus nervios.
"Rompí mi promesa de amarte siempre y solo a ti. Lo que pasó esa noche no fue amor, pero te prometo que esta vez será diferente; no me dejaré llevar por las tentaciones. Entendí que no estoy completo si no estás conmigo. Te juro que nunca he visto ni veré a nadie como te veo a ti; eres mi único amor. Haré lo que sea para que esta vez las cosas funcionen".
ESTÁS LEYENDO
High Speed Lovers [Chestappen AU]
Fanfiction¿Que pasaría si el tricampeón del mundo no fuera tan hetero como dice ser y terminara enamorándose de un precioso mexicano, que es su compañero de equipo? Las cosas solo podrán salir bien o mal, no hay punto medio...