37. Healing

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"Bien, ¿A donde quisieras ir a comer?". Preguntó Max mientras caminaban por el puerto. Pasando su brazo al rededor de Checo.

"No lo sé... ¿Crees que podamos conseguir lugar en el Café de Paris?". Sugirió Sergio refiriéndose a un hermoso café que estaba en la Plaza del Casino.

El rubio se encogió de hombros con una pequeña sonrisa "Cariño, si tengo que comprar el lugar para que podamos comer ahí. Lo haría sin pensarlo dos veces".

Checo río suavemente. Sintiendo como sus mejillas tomaban un ligero color rosa "Claro que lo harías... Vamos".

Ambos se dirigieron al café. Donde fueron bienvenidos por el encargado de llevarlos a su mesa, quien los reconoció al instante y se encargó de darles la mejor ubicación, con una vista increíble del Casino de Montecarlo.

"Bueno, afortunadamente no tendrás que comprar el lugar". Bromeó Checo. Sacándole una pequeña risita al holandés.

"Tuvimos suerte... Nos ahorramos mucho papeleo". Ambos rieron suavemente mientras revisaban la carta.

Luego, les tomaron el pedido. Max se decidió por su postre favorito, un cheesecake, está vez de frutos rojos y un latte. Checo eligió un omelette de champiñones y espinaca, con un jugo de naranja.

Mientras comían, Max notó a varios paparazzis que los seguían desde el puerto, tomando fotos desde una distancia respetuosa pero evidente. "Parece que tenemos compañía". Comentó, señalando discretamente hacia los fotógrafos.

Checo suspiró, mirándolos de reojo. "A veces son realmente molestos... Entiendo que es su trabajo, pero a veces es demasiado".

Max asintió, compartiendo su frustración. "Sí, es molesto. Pero siquiera estos son más tranquilos... Algunos cruzan los límites del espacio personal. Y la única persona que puede invadir mi espacio personal, eres tú". Afirmó, aprovechando la oportunidad para lanzarle un pequeño piropo, guiñándole el ojo de forma coqueta.

Sergio se sonrojó, dejando salir una pequeña sonrisita "Oh... Que gran privilegio poseo entonces".

Ambos rieron y dirigieron la conversación a algo más casual. O bueno, eso es lo que Checo hacia. Max solo aprovechaba cada oportunidad que tenía para hacerle cumplidos y piropos al castaño.

"Creo que podríamos dar otro paseo luego de comer, ¿No?. Hace buen clima y el cielo se ve bastante despejado". Sugirió el mayor fijando su vista en el gran firmamento azul, adornado por algunas aves que pasaban por allí.

El rubio, sonrió de lado, con otro cumplido en mente "Si, estaría bien. A propósito, ¿Puedo preguntarte algo?".

Sergio frunció el ceño con curiosidad "Claro, dime".

"¿Te dolió mucho?". Preguntó Max con una sonrisita pícara. Checo hizo una mueca de confusión, así que remató el cumplido "Es que debió doler caerte del cielo. Angelito".

Las mejillas del pecoso tomaron un color rosa, y no pudo evitar sonreír ligeramente "Max...".

"¿Que? Hablo enserio". Respondió Max haciéndose el inocente.

Checo trató de seguir la conversación con normalidad "De acuerdo. Oye... ¿Que dices si vamos a niza el otro fin de semana?".

"Claro, sería lindo ir a la playa... Por que no tiene caso ver los monumentos". Contestó Verstappen bebiendo de su latte.

Checo se confundió, pues en realidad pensaba que los monumentos franceses eran muy interesantes "¿Y por qué no? Si son muy bonitos".

"No más que tú. Tú sí eres tremendo monumento". El ojiazul repasó al más bajo de arriba a abajo. Poniéndolo nervioso.

High Speed Lovers [Chestappen AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora