44. Cardio

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Ambos despertaron lentamente, la suave luz del sol que apenas se iba asomando se colaba por las ventanas. Sus cuerpos casi desnudos descansaban en la cama. Ya no estaban en la hermosa playa mexicana, en cambio, se encontraban en la casa de Sergio en Milton Keynes, a unos 30 minutos de la fábrica de Red Bull

"Buenos días, mi campeón". Saludó Sergio con una pequeña sonrisa.

El rubio sonrió, besando la frente del mayor. "Buenos días, mi amor".

Ambos compartieron un suave beso antes de levantarse. Era temprano, debían ir a entrenar, esta vez, juntos. Tomaron una ducha, se pusieron su ropa para entrenar y fueron a desayunar, decidiendose por un par de smoothies de mango, fresa, avena y proteina.

"¿Listo?". Preguntó Max tomando las llaves del auto y de la casa.

Checo suspiró, sin muchas ganas de salir y mucho menos de entrenar, sabía que Jo lo iba a hacer dar el máximo. "Pues, al menos iré contigo". Sonrió, besando brevemente a Max antes de salir.

Subieron al auto, Max había tomado el volante esta vez, así que Checo iría poniendo la música, algo enérgico para empezar bien el día.

"Oye mi amor, ¿Como vas con eso de aprender español?". Preguntó Sergio con curiosidad en medio del trayecto.

"Bien". Ambos rieron suavemente.

Sergio revolvió el cabello del mas alto. "Ese es mi hombre, a ver, dime algo más en español, mi amor".

Verstappen se sonrojó un poco, algo tímido. "Tienes unos cabello muy lindos y te amo". Su acento medio gringo medio holandés era cautivador, haciendo que el mexicano también se sonrojara.

"Gracias, al parecer vas bien, ¿Que dices si te ayudo a aprender español y tú me ayudas a aprender holandés?". Propuso, sonriendo ampliamente ante el tierno intento de español del joven, y algo emocionado por la idea de comenzar a aprender un nuevo idioma, aún más si se trataba de la lengua materna de su novio.

El ojiazul sonrió, definitivamente le gustaba la idea. "Claro, me encantaría". La risita nerviosa de Max contagió a Checo, era demasiado tierno.

"Suenas muy lindo". El guiño de Sergio derritió por completo al rubio, quien sonrió coquetamente.

Luego de el corto camino, llegaron a la fábrica de Red Bull, allí, se dirigieron al gran gimnasio que había en las instalaciones. Al entrar, saludaron con una sonrisa a ambos entrenadores.

"Bueno, ¿Listos para entrenar?". Preguntó Horner entrando al lugar, saludando a ambos pilotos.

Estos sonrieron algo nerviosos, aunque felices por volver. "Más que nunca Chris". Max tenía una actitud un poco más energética que la de Sergio.

"Perfecto, los dejo entonces y nos vemos más tarde".

Luego de que Horner se fue, ambos entrenadores comenzaron a evaluar que rutina tendrían que hacer los pilotos.

"Parece que disfrutaron comer, ¿No?". Bromeó Brad riendo junto con Jo.

Ambos pilotos rodaron los ojos. "Ja ja ja, había que disfrutar las vacaciones". Pérez asintió, apoyando lo que decía su novio.

"Bueno, tendrán que entrenar bastante".

Cada uno se fue con su respectivo entrenador. Comenzando sus rutinas, aunque claro, ninguno de los dos estaba 100% concentrado en el ejercicio, distrayendose constantemente viendo al otro, causando algunas risas por parte de sus entrenadores. Y es que era bastante evidente cuando Max se quedaba absorto por unos segundos viendo los, muy grandes, pectorales de Sergio, o cuando éste se embobaba viéndole los muslos increíblemente bien trabajados al rubio.

High Speed Lovers [Chestappen AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora