Capítulo 9

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Después de unos días de la cita con Felix, Chan se encontraba en su habitación mirando la lista de objetos que armó en su teléfono. Llevaba toda la tarde mirando páginas de internet de las diferentes tiendas en donde se compra cada artículo, veía precios y hacía cuentas mentales tratando de que todos los artículos entrasen en su ajustado presupuesto.

Después de haber hablado con Felix ese día tuvo la certeza en su corazón que quería comenzar una relación seria con el omega, se sentía emocionado pensando cada paso, sonreía de forma tonta con solo recordar su sonrisa.

Quiere cortejar a Felix, quiere demostrar que es un buen alfa y la mejor forma es iniciando todos los pasos de un cortejo clásico de un alfa a su omega.

Se pasó por todos los videos y post en redes sociales explicando cómo es un cortejo, veía las opiniones de omegas que hablaban de que cosas les gustan, cuales odian, qué situaciones les parecen ridículas.

Pudo armar una lista de objetos para regalarle al omega, un ramo de doce rosas, un collar, un brazalete, una prenda de ropa y un anillo al final. Estaba emocionado con cada objeto, estaba viendo la página de la joyería, pero tenía un serio problema.

Las joyas que veía perfectas para el omega eran muy costosas, se salían de su presupuesto. No tenían piedras extremadamente caras, ni un conjunto grande de piedras preciosas, pero aun así no era un alfa millonario para poder darle a su omega todos los regalos que deseaba, sin preocuparse del alquiler o la comida en su heladera.

Veía en su computadora el conjunto de joyas perfecto para el omega, y otro conjunto cuyos artículos entran en su presupuesto. Observaba con una mueca ambas listas, la primera es hermosa, son perfectas para el omega y se sentiría muy orgulloso de ver a Felix usando joyas tan delicadas, que todo el mundo vea que tiene un alfa que puede darle obsequios especiales.

En cambio la segunda lista se veía aburrida, sosa, insignificante. Puede que sí le regala eso el omega lo usaría, pero él no se sentiría bien, pues no es el regalo perfecto. Solo son joyas baratas que un alfa insignificante compro sin esfuerzo, todo el mundo lo sabría solo con verlo.

Entró a la opción de los métodos de pago, tal vez si consigue un préstamo en alguna agencia pueda pagar las hermosas joyas, después puede encargarse de pagar las cuotas.

—Descuentos por pago en efectivo en todas las sucursales.

Se acercó a la pantalla para leer mejor toda la letra chica de la promoción, se sintió algo emocionado por la idea, pero al hacer las cuentas seguía sobrepasando su presupuesto, además de tener que ir a un cajero a sacar el efectivo, odiaba hacer eso pues siempre hay largas filas de personas y le toca esperar por mucho tiempo.

A menos que...

Miro por un momento su cama, la pequeña zona de debajo de ésta, allí donde solo él sabe que se encuentran sus ahorros.

Todos los meses coloca un porcentaje de su salario en esa caja, nunca se atrevió a sacar un solo billete ni siquiera en momentos donde ya no tenía dinero para transporte. Tampoco se puso a contar la cantidad ahorrada, solo se limita a guardar cada mes la cantidad que toca y listo.

Pero no puede usar ese dinero, debe tenerlo como respaldo, como su seguro en caso de que la historia se repita y tenga que huir a otra ciudad. Si llegase a ocurrir no quiere volver a dormir al lado de un contenedor, no quiere pedir los restos de comida a los restaurantes, no quiere ir por ahí ofreciéndose para trabajar de lo que sea con tal de recibir un par de billetes.

Apoya sus codos en el escritorio, su mirada va desde la página con las joyas que desea comprar y sus ahorros debajo de su cama. Sus piernas tiemblan por los nervios de una difícil decisión, la idea de sentirse sin su respaldo económico es fuerte. A pesar de estar seguro que nada de eso volverá a pasarle, sigue sintiendo una gran duda al respecto.

Imperfectos [Omegaverse - ChanLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora