CAPITULO 16

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Amelia

"La cabeza me está matando". Después de dejar el hospital mandé un mensaje a Leonel de que rastreará todas las fronteras y puntos de entrada al país, "ese hijo de puta aún vive y sé que no dudará en venir a cobrársela". Deniz aun esta delicado y meterse en una pelea con un hueco en su costado solo empeorará todo.

Apenas se detiene el auto me bajo y me meto rápido al ascensor, "no llegaran a ella, no me la dañaran". Escucho que Karina saluda, pero la ignoro y voy directamente a la habitación de mi hija y la tomo en mis brazos pudiendo al fin respirar bien —llegaran en unas horas —giro y veo a Joseph con Mikael en sus brazos.

—Lo sé —retiro a Selene un poco y al verme ella sonríe inocentemente. El miedo me retuerce el estómago de solo imaginar a mi hija expuesta a las mierdas que estuvimos sometidos Celdric y yo, las humillaciones, los golpes, los escenarios que ningún infante debe ver, mis ojos se cierran y apego a mi hija a mí de un modo sobreprotector. Una mano se coloca en mi cabeza y veo al pequeño Mikael acariciándome, consolándome.

—Una batalla a la vez, Amelia —dice Joseph —ya no estás sola, no es la misma situación y ellos —acomoda a Mika —no tendrán nuestra suerte —respiro hondo a modo de calmarme y un llanto nos espabila.

—Kaina lloa —Mika se retuerce a modo de que lo bajen y apenas toca el suelo corre hacia su hermana.

—Será un hermano protector al parecer —le digo.

—Según Karina, pidió que pusieran su cama al lado de la cuna —sonrío —así puede vigilarla mientras nosotros descansamos.

—Todo un caballero —bromeo y Joseph bufa divertido. Toma mi mentón y me hace mirarlo fijamente.

—No van a dañarlos —afirma —no con la muralla que has construido y que ahora —me muestra su teléfono —se ha hecho mucho más grande y filosa —mis ojos leen el mensaje, uno que calma mi interior después de tanta agitación y dolor. Selene se queja y Joseph se va dejándome con mi hija mientras agarro una de sus mamaderas que hay en la pequeña nevera y la caliento.

—Papá pronto vendrá y sabrá de ti mi pequeña —la arrullo y ella se distrae con los dibujos en el techo mientras camino por su cuarto. Cuando Deniz me echó al saber que he estado viva todo este tiempo no voy a negar que fue como una puñalada, uno que me retorció demasiado el pecho que tuve que morder mi labio para no derramar lágrimas.

Cuando Rossi me llamó diciéndome que Danilo había salido de Italia sabía que esa emboscada en el puerto solo fue una distracción, una que tenía un único objetivo: sacar a Emir de donde lo habían retenido, "el viejo de Aponte ha hecho su movimiento". Bufo al agarrar la mamadera y dársela a mi hija. Esa familia siempre buscó como entrar en la familia principal, aprovecharon el que la señora Fátima tuvo dos hijas para emparejarlas con los hijos del jefe, "Omer jamás estuvo de acuerdo, aun sin conocer a Alaya, sé que jamás habría aceptado ese matrimonio".

Por eso cuando supe que Deniz se había casado con Dalia Aponte lo sentí como traición, por mucho que me repetía que debía haber algo por detrás que lo hizo aceptar ese matrimonio, ver las fotos de la boda, ella agarrando su brazo, ambos posando como marido y mujer, era un sentimiento horrible y oscuro que costó bastante sacar de mi sistema. Selene termina y la coloco en mi hombro sacándole los gases, "de solo recordarlo me dan ganas de repetir la noche en que maté a Dilara Aponte".

Sonrío ante el recuerdo, ver ese terror en sus ojos, las incontables suplicas, los gritos de dolor, "si soy sincera, descargue en ella parte de la rabia que siento contra su hermana". Voy hacia la ventana y veo la ciudad, "en unas horas el estará aquí" —ven mi león, ven y escucharas la otra parte de la historia.

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora