EPILOGO

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20 años después.

Deniz

—Estos son los últimos estados de cuentas de cada miembro —me pasa Celdric y yo los reviso —las ganancias han aumentado en los clubes gracias a las modificaciones que propuso Ahmed —sonrío.

—Ese niño ha pulido bastante bien sus habilidades.

—Ya no es un niño si tomamos en cuenta que tiene 20 años —dice Celdric tomando asiento al frente mío.

—Para mí siempre será un niño —mi puerta se abre y una melena rubia entra riendo.

—¡Papá! —Nihan se estrella contra mi pecho haciéndome reír.

—¿Qué pasa mi pequeña sultana? —la tomo del rostro viendo su enorme sonrisa.

—Mira —me pasa una hoja y noto que es un examen —he aprobado todas mis materias con excelencia.

—Vaya felicidades —la alago y ella mira hacia Celdric quien no duda en también felicitarla —y me imagino que desearas un regalo —me hace mirada de perrito para después asentir lo que me hace reír —bien, dime ¿Qué es lo que deseas? —veo como sus mejillas se sonrojan y sus manos se juntan.

—Se que ya no es algo que hagas, pero...—frunzo mi ceño —quisieras que me arreglaras un matrimonio —eso me hace abrir mis ojos de sorpresa.

—¿Quieres que yo te escoja la pareja?

—No —responde rápidamente —en realidad quisiera que la ordenes con...—la puerta se abre y mis dos hijos entran.

—¿Interrumpimos algo? —pregunta Murad viendo a su hermana y a mí.

—Tu hermana iba a decirme con quien quiere que le arregle un matrimonio —sus hermanos la miran sorprendidos y veo que ella se sonroja hasta el inicio de la frente.

—¡Papá! —me pega en el hombro —olvídalo, ya no quiero nada —sale enojada dejándome confundido y a todos los que estamos presentes.

—No le hagas caso, de seguro solo fue una jugarreta de Nihan —dice Murad —toma Celdric, los planos para la remodelación de ese hospital que me pediste.

—Gracias —le da una ojeada —estoy seguro que al alcalde le gustará.

—No puede negarse —interviene Ahmed —no hay mejores planos que los de Murad —sonrío viendo como mis dos hijos han crecido de buena manera —escuché que iras de viaje a Alemania, ¿algún nuevo negocio? —niego.

—He de visitar a nuestro proveedor de armas y de paso dar una vuelta por la ciudad —digo ocultando el dolor que siento en el pecho.

—¿Podemos acompañarte? —pregunta Ahmed y yo niego.

—Es un viaje que necesito hacerlo solo —el asiente entendiendo. Ahmed es el mayor de mis tres hijos, después de todo lo que pasó ese día hice que lo revisaran distintos médicos para asegurarme que no quedara nada de la porquería que mi padre le había inyectado cuando solo era un bebé.

Murad es el segundo, se llevan con un año de diferencia. El me recuerda más a mi cuando era joven que Ahmed, ambos decidieron ayudarme con los negocios y estudiaron áreas que le dieran el conocimiento necesario para el futuro. Y la última y que fue una sorpresa es mi hija Nihan, ella y Murad se llevan con dos ya que en si nunca estuvo planeada, "al menos no por mi parte".

—Ah lo olvidaba, mamá me pidió que te preguntará si irías a cenar esta noche—dice Murad a lo que yo niego.

—Hay cosas que tengo que atender antes de mi viaje mañana —este asiente entendiendo la relación que tengo con su madre.

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora