CAPITULO 7

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Deniz

—Si aspiró algo ya no se encuentra en su sistema —me informa el medico de nuestra nomina aquí en Alemania —lo que tomó, borró todo rastro de químico o agente ajeno que pueda ser perjudicial para su salud.

—¿Pero no hay alguna forma que sepa que fue lo que me provocó la asfixia? —este niega.

—Veremos si en el cartucho que nos brindó podemos encontrar algo, pero en lo que se refiere a su cuerpo, no hay nada —Celdric maldice ante la explicación del doctor. Han pasado 3 días desde que perdí en los combates y tuve que ceder los clubes. Como Celdric es el encargado del movimiento de las cuentas y parte legal, ha estado atento a los cambios jurídicos de los clubes y ver que nombre estará los papeles, "aun si es un peón, servirá para tener alguna pista de esa mujer". Mi teléfono suena y veo el código de Italia.

—Estoy ocupado Bernardi.

—Mi hacker fue asesinado —suelta y me detengo de colgarle.

—¿Cómo dices?

—El hacker que ha estado en mis filas, fue asesinado —repite —su cabeza me acaba de llegar en una caja —"mierda". Sabía que Danilo tenía un experto en computadoras con él, pero ni siquiera en todo este tiempo que hemos trabajado juntos supe su nombre o si quiera como era esa persona —junto con el paquete había una nota: la caída del impostor ha llegado —puedo identificar bien su enojo.

Cuando empezó a reclamar territorio italiano, muchos de los que se oponen lo bautizaron como el "Impostor". Varios lo siguieron como también otros renegaron de su poder, por más amenaza que realizó, no ha podido controlar todo como cuando su padre y hermana estaban al mando —necesito que investigues a tus hombres y veas sino es uno de ellos que se está levantando contra nosotros.

—Ninguno de mis hombres conocía a tu hacker Bernardi, así que es imposible que fuera uno de los míos —escucho como se rompe algo de su lado.

—¡ES UNA ORDEN BARUK SINO ME DESQUITARÉ CON TU MALDITA PERRA! —cuelga y mis dientes rechinan que tengo que respirar profundo para no ser yo mismo el que lo mate.

—¿Qué pasó? —pregunta Celdric a la vez que despide al doctor.

—Mataron al hacker de los italianos —Celdric abre los ojos sorprendidos de la noticia —enviaron su cabeza y una nota en donde profesaba la caída del impostor.

—¿Qué tiene que ver eso con nosotros?

—El imbécil tiene la sospecha que fue uno de los nuestros —digo ofuscado y me lanzo hacia el sofá llevando mi cabeza hacia atrás.

—¿Qué? Pero si nosotros no hemos visto nunca la cara de ese —se sienta al lado mío —la única cara que conocemos de memoria es la de su perro faldero Pierelli.

—Pues él cree lo contrario y quiere que investigue, de negarme se desquitará con Amelia —veo como todo el rostro de Celdric se ensombrece de rabia. Va hacia la licorera y ni siquiera se toma la molestia de servirse en un vaso y toma directo de la botella el licor.

—Juro que disfrutaré de meterle una bala en el culo al hijo de puta —suelto una especie de sonrisa y mi teléfono vuelve a sonar, pero esta vez es un numero desconocido.

—Diga —respondo mas lo único que escucho es una respiración —diga —repito y me alejo el teléfono a ver si hay algún problema con la señal —¿Quién es?

—Deniz...—"esa voz" mi cuerpo se levanta del sofá a la vez que mis manos comienzan a ponerse frías.

—¿Amelia? —puedo sentir como Celdric frunce el ceño confundido y se acerca hacia mi —quien esté haciendo una maldita broma lo voy a...

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora