59 - BC.2

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CLOCKS – Coldplay

–¿Soph?

Salté en estado de shock cuando me senté en el borde de la bañera del baño. Escuché pasos acercándose y con prisa corrí frenéticamente en busca de algún lugar donde esconderlo.

–¡Sólo un minuto!– Le contesté.

Agarré un pañuelo y lo envolví alrededor del palo antes de guardarlo en mi bolsillo trasero y ponerme el jersey encima, lejos de los ojos curiosos y entrometidos.

La puerta del baño se abrió y Alice se paró al otro lado con el ceño ligeramente fruncido, –¿Todo bien? Has estado aquí por un tiempo.

Asentí y se puso de pie, jugando con frialdad, –¿Cómo supiste que no estaba cagando o algo así?– Le pregunté con indiferencia, –¿No puedes tocar?

Alice me miró confundida mientras la pasaba al pasillo. Estaba demasiado consciente del bastón que sobresalía de mi bolsillo trasero, pero estaba muy agradecida por los jerseys de gran tamaño de Paul. –Pensé que algo andaba mal.

Me reí inocentemente, –Estoy bien–. La tranquilicé.

Alice asintió, volviendo directamente a lo que fuera que tuviera en mente, –Está bien, genial. Bueno, los juegos están listos... solo te estamos esperando.

Asentí, deslizando mis manos en mis bolsillos delanteros, –¿Bella y Ness están aquí?

–Sí, llegaron aquí hace unos minutos.

–Excelente– Sonreí, –Vamos.

Alice sonrió y me siguió escaleras abajo y hasta el final | Lo que podía pensar era en cómo se lo iba a decir a Paul. Yo todavía estaba en gran shock y sólo podía imaginar cómo reaccionaría cuando le dijera esto.

Entré a la sala del frente y vi a la familia sentada alrededor del gran mostrador de mármol, con las sillas levantadas para acomodarnos a todos. Carlisle y Edward eran los únicos sentados en el sofá mientras el resto de la familia esperaba.

Arqueé una ceja, –¿Qué pasa Cullen?– Le pregunté a mi cuñado, –¿Tu ego todavía se está recuperando de que te golpeé siete veces la última vez?

Edward me sonrió sarcásticamente, –Voy a quedarme sentado hoy–. Fue su respuesta, –Bella todavía está enojada porque perdí todo ese dinero contigo.

Mientras me sentaba a la mesa, vi que mi hermana miraba a su marido. Doscientos dólares de adelanto para ellos, doscientos dólares de adelanto para mí.

–Estoy enojada porque la incitaste–. Bella lo justificó, –¡Todos sabemos que la única razón por la que ella aceptó esa apuesta fue porque pensaste que ella no podía hacerlo!

Edward suspiró exasperado, –¡No pensé que ella pudiera!

–Papá, incluso yo sé que no debo hacer apuestas con tía Soph–. Renesmee le dijo a su padre, sentándose en la silla junto a la mía, ahora parecía una joven adolescente. A lo largo de los años su crecimiento no había sido tan rápido como lo fue en los primeros meses después de su nacimiento, pero aun así creció a un ritmo anormal.

–Como sea ¿Podemos jugar ya?– Emmett preguntó agitado, probablemente harto de esperarnos a todos, –Sólo quiero jugar.

–Tú eres en parte la razón por la que Edward perdió esa apuesta–. Rosalie le dijo a su pareja con una ceja arqueada. Ella estaba desanimada porque no había traído a Carter conmigo, pero hoy iba a pasar el día con Paul y su padre.

–¡Exacto!– Edward estuvo de acuerdo, –Así que técnicamente Emmett debería darle la mitad a Sophia y yo a ella la mitad.

–Tú hiciste la apuesta, Cullen. Él no–. Le dije a Edward, –Éramos solo los dos.

AFTER DARK | PAUL LOHOTE - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora