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Perseguí a Alice por el estacionamiento, llamándola por su nombre para llamar su atención. Fue Jasper quien se dio la vuelta primero y al verme correr detrás de ellos se detuvo, deteniendo a Alice por sus manos entrelazadas.

Los alcancé jadeando. No era el más apto de las personas en ese momento dado que solo obtuve el visto bueno para comenzar a correr nuevamente hace tres días. Exhalé profundamente, poniendo mis manos sobre mis rodillas e intentando recuperar el aliento.

Me enderecé después de unos minutos, –Dios.

Alice levantó una ceja, –¿Estás bien? Estás un poco sin aliento.

–Sí–. Murmuré, abanicándome con la mano, –Gracias por señalar lo obvio, Alice.

Ella sonrió, –Lo siento.

–No, está bien–. Le dije, –De hecho, quería hablar contigo sobre lo de antes.

Su expresión facial cambió de inmediato, –Sophia–

–¡Alice por favor!– Supliqué, –Por la forma en que Edward me miraba, no sé, solo tengo una mala vibra con todo esto.

Miró a su alrededor antes de volver a mirarme, probablemente buscando la camioneta marrón de Paul, –No fue nada.

–¿Entonces no era de Victoria?– cuestioné

–No, yo no dije eso–

–Y así fue–. La desafié mientras levantaba una ceja. Se quedó en silencio y yo gemí, agarrando su mano fría, –Alice, por favor, estoy desesperada–. Le dije, –Necesito saber si la has visto.

Deslizó su mano fuera de la mía y en su lugar me frotó la parte superior del brazo reconfortantemente, –Está bien, Sophia–. Ella me dijo, –Estarás a salvo mientras estemos cerca.

Mordí mi labio inferior como respuesta. Me llamó la atención el sonido de un claxon y me giré para ver de dónde venía. Al otro lado del estacionamiento, Paul estaba sentado dentro de su camioneta, sonriéndome por la ventana abierta. Apreté los labios y me volví hacia Alice, –Los veré más tarde.

–Adiós Sophia–. Alice dijo al mismo tiempo que Jasper dijo 'adiós'. Me alejé de ellos y caminé hacia la camioneta familiar, forzando una sonrisa en mi rostro mientras subía al asiento del pasajero.

Paul se inclinó y me besó antes de alejarse con escepticismo, –¿Pasa algo?

–No–. Le dije, apoyando la cabeza en la ventana, –Sí... no sé.

–¿Qué ocurre?

–Ha sido un día loco–. Me quejé, pasándome las manos por mi cara sin maquillaje, –Alice tuvo otra visión.

–¿Te dijo de qué se trataba?– Negué con la cabeza y escuché a Paul suspirar, –está bien, Soph, mientras yo esté aquí, estarás a salvo.

Asentí mientras salía del estacionamiento pero sus palabras no me convencieron. No ayudaron a la sensación repugnante en mi estómago. Mientras Victoria estuviera cerca, no estaría a salvo.

Cuando Paul se detuvo en el estacionamiento de la estación, Edward estaba saliendo y no pude sentirme más aliviada. Lo último con lo que tenía que lidiar era con la tensión entre las dos criaturas sobrenaturales y, sinceramente, no creía que Paul fuera capaz de controlarse si Edward hacía un comentario sarcástico.

Charlie y Bella estaban esperando por mí en la entrada de la estación y Paul se detuvo frente a ellos. Se inclinó sobre la consola central para besarme en la frente y me desabroché, –Llámame cuando estés en casa–. Él dijo, –Tal vez pueda pasar por allí.

AFTER DARK | PAUL LOHOTE - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora