Sophia y Bella Swan eran polos opuestos, gemelas fraternales con poco en común. Nacidas de Renne y Charlie, las gemelos crecieron felices hasta que sus padres se divorciaron. Con una niña queriendo vivir con su madre y la otra niña queriendo vivir c...
No me sentaba bien saber que Paul me estaba mintiendo. Me cansé de pedirle que me dijera lo que estaba pasando, pero negó que hubiera un problema cada vez que lo mencioné. Me rendí después de un tiempo sabiendo que si él no me decía la verdad el primer par de veces nunca lo haría. Solo tenía que esperar que lo que me estaba ocultando no fuera importante.
Todo lo que podía hacer ahora era poner mi tiempo y energía en estudiar, algo con lo que Emily había comenzado a ayudarme.
Era difícil ver a mi hermana llamar a Jacob todos los días, pedirle que saliera o lo que le había pasado. Era difícil ver su rostro derrotado cada vez que se encontraba con su contestador. Fue difícil mentirle, fingir inocencia y fingir que no sabía lo que estaba pasando cuando lo sabía.
Se sentía como si estuviéramos regresando lentamente al punto de partida. Bella estaba perdiendo su viga de soporte principal que le había tomado tanto tiempo finalmente encontrar de nuevo. Mi plato de estrés ya desbordado se estaba acumulando de nuevo. No pasaría mucho tiempo antes de que empezara a perder la cabeza de nuevo, especialmente con Paul y la manada mintiéndome sobre algo.
–¿Estás segura?– La voz interrogante de Alice flotó en mi oído a través del altavoz de mi teléfono. Ella me devolvió a la realidad mientras miraba por la ventana los árboles afuera.
Miré mi teléfono y recordé de lo que estábamos hablando, –Estoy segura, Alice, cinco excursionistas han muerto.
–¿Por qué? ¿Tu papá lo sabe?
–Lo atribuyen al ataque de un oso, pero así también se dictaminó la muerte de Waylon–. Le dije en un suspiro, –Lo peor es que no pueden encontrar al oso.
–Eso es todo lo que podría ser Sophia, un ataque de oso.
Negué con la cabeza aunque sabía que Alice no podía verme, –No, no lo es. Paul está actuando sospechoso, Alice, me está ocultando algo.
–¿Entonces qué crees que es?
–No quiero pensar en lo que es–. Me quejé aunque sabía exactamente lo que pensaba que estaba dando vueltas.
–¿Pero crees que lo sabes?–, me preguntó Alice, desvaneciéndose.
Fruncí los labios, girando en la silla de mi escritorio mientras miraba hacia el techo. –¿Dijiste que había tres vampiros, James y otros dos?
–No–. Alice rechazó mi idea de inmediato, –Sophia, de ninguna manera–
–¿Y si lo fuera? Saben que Bella está aquí con certeza. Dijiste que había una chica, ¿y si fuera la pareja de James?
Alice suspiró y escuchó el estrés que llevaba, –¿Qué, Victoria?– Ella me preguntó, –Puedo hablar con Carlisle Sophia pero no hay mucho que pueda hacer excepto pedirles a ti ya Bella que estén a salvo.
–Sí–. Dije, suspirando yo mismo, –Lo haré.
–Llámame si encuentras algo más, ¿de acuerdo?
Me acerqué a mi ventana y observé a mi papá y a Harry Clearwater mientras empacaban el camión para su viaje de pesca. –Por supuesto. Hablaré contigo pronto.
–Adiós Sophia.
–Adiós Alice–. Colgó cuando mi papá y Harry salían del camino de entrada y yo sostuve mi teléfono cerca, apoyándolo en mi hombro. En la distancia escuché el estruendo de un trueno, espesas nubes grises colgando sobre la casa y apreté mis labios antes de cerrar mi ventana y mover la cerradura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
