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Suspiré mirando la taza marrón frente a mí, mi cabeza apoyada en mis brazos sobre la mesa. La luz de la cafetería del hospital iluminaba a mi alrededor y mis ojos ardían por una combinación de falta de sueño y llanto. Las sillas de hospital no eran cómodas y no eran buenas camas, lo aprendí de la manera difícil, pero Dios lo intentó.

–¿Cuándo fue la última vez que dormiste, cariño?– Charlie preguntó desde enfrente de mí en la mesa de la cafetería, su tono ansioso. Parecía tan estresado y solo quería revivir algo para él, pero no pude. Nunca me había sentido tan culpable en este momento y esto realmente ni siquiera fue mi culpa.

–No sé–. Murmuré antes de sentarme derecha y estirarme. Un bostezo vino a mí, –¿Dos días tal vez? Perdí la cuenta.

–Probablemente debería llevarte de regreso al hotel–. Negué con la cabeza y me incliné hacia adelante sobre la mesa de nuevo, –Quiero quedarme para cuando ella se detenga.

Me dio una media sonrisa antes de tomar mi brazo en el suyo y empujar hacia arriba la manga de mi holgada sudadera con capucha. Rozó con el pulgar el vendaje blanco que envolvía mi antebrazo y sacudió la cabeza para sí mismo. Tuve una pequeña lesión en comparación con mi hermana y, sin embargo, para una persona normal sería bastante significativa. Me consideraba afortunada de salir con veinte puntos extraños en mi brazo mientras alguien más los recibía además de ellos.

–Ustedes dos... No puedo creer que se haya caído por las escaleras y luego por una ventana.

Los recuerdos de esa noche surgieron rápidamente y tragué saliva mientras sostenía la mentira bien calculada que Carlisle había fabricado, –Yo tampoco.

Charlie soltó mi brazo y se recostó en su asiento antes de pasarse las manos por la cara, –No sé cuánto más de esto puedo soportar, la espera.

Negué con la cabeza, –Yo tampoco.

Escuché a mi papá suspirar profundamente, –Tu mamá y yo creemos que Bella y tú deberían ir a Jacksonville con ella, una vez que Bella mejore.

Lo miré sin comprender antes de negar con la cabeza, –No, no quiero eso–. Le dije honestamente, –Amo a Forks, papá, te tengo a ti, a Paul, a Jake y a mis amigos. No quiero dejar eso.

Él asintió, frotando mi brazo cuando noté que mi madre se despertaba hacia la mesa mía y de Charlie. Ella nos dio una sonrisa poco entusiasta mientras ambos la mirábamos, esperando cualquier noticia que tuviera para nosotros, –Está despierta–. Ella nos dijo, –Está preguntando por ti, Charlie.

Mi papá se levantó rápidamente, su silla rechinó del piso de linóleo y me hizo temblar. Me puse de pie detrás de él y lo seguí fuera de la cafetería rápidamente, caminando junto a mi mamá. Habían pasado muchas cosas desde la última vez que la vi, descubrir que era adoptada y todo eso, y aunque fue bueno volver a verla, desearía que fuera en mejores circunstancias. Tenía miedo de que fuera incómodo entre nosotros desde que me enteré de la adopción, pero no fue así y me alegré. A pesar de todo, sentí que había pasado toda una vida desde que la había visto por última vez, despidiéndome de ella en el aeropuerto de Phoenix antes de abordar ese avión.

–Escuché lo que le dijiste a tu papá–. Me dijo, chocando mis hombros conmigo.

Miré al frente, –¿Lo hiciste?

–Sí, cariño–. Ella dijo, –Es tu elección, si quieres quedarte en Forks, no puedo ser yo quien te detenga.

La miré, –En cierto modo he construido una vida allí, mamá–. Me reí, –Casi me gradué.

–Lo sé–. Ella sonrió y puso su brazo alrededor de mis hombros reconfortantemente, –Pero, ¿quién es este Paul?

Exhalé y dejé caer mi cabeza mientras gemía. Esta fue una conversación para otro momento. Estaba demasiado cansado para que ella comenzara a enloquecer por un chico, –Mamá, vamos–

AFTER DARK | PAUL LOHOTE - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora