te odio...✨️

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-¡Déjame salir ya!-. El rubio se aferraba a la idea de irse, no podía dejar más tiempo sola a su esposa.

-¡No! Mi pequeño, entiende que esa mujer no te hace bien, que digo mujer, esa rame-. Sus palabras fueron interrumpidas por su único hijo, en verdad no comprendía como su hijo lograba estar con alguien que no le "convenia"

-¡Más cuidado de como le hablas!-. Su enfado iba en aumento, odiaba tener que lidiar con personas como su madre.

-Len, por favor, entiendo que la ames, pero debes entender a tu madre, solo se preocupa por-. Su padre intento calmar el ambiente, pero lo único que logro fue que se enfadara más.

-Me importa un carajo, muevanse o los quito-. Estaba decidido, no esperaría ni un minuto más.

-¡Ve en lo que te a convertido! ¡Te has vuelto más grosero por su culpa!-. Lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, el rubio ya se sabía su "acto principal" hacerse la víctima y quedar como la buena que solo quiere el bienestar de los demás, pero al final ya la conocía y no toleraria sus ridiculeces.

-No voy a hablar con ustedes ahora que tengo la cabeza caliente, mi esposa esta a punto de dar a luz en cualquier momento, y a ustedes se les ocurre chatajearme y secuestrarme-. No media sus palabras, lo único que quería era irse.

-¿Secuestrarte? ¡Ya hasta inventas cosas!-. Se refugio en el pecho de su esposo, este la abrazaba como a una pequeña niña, Len se jalo su cabello con desesperación, ya estaba harto.

-Hijo, danos unos minutos, solo queremos arreglar todo, pero para eso necesitamos que te quedes-. Lo vio dudar por un momento, sabía que su hijo ya no quería estar ahí, pero tampoco quería que su esposa estuviera peleado con él.- sólo hablemos y después yo mismo te llevo a tu casa...

-Bien...escuchare...pero que sea rápido...-.

Sin más,  decidió ceder, sería más difícil ir en contra del río, así que nadaria hacia corriente.

_________

-¡agh!-. La rubia intentaba buscar una manera de abrir la puerta, desde hace dos horas que estaba encerrada luego de que su suegra la encerrara sin remordimiento alguno, las contracciones estaban cada vez más fuertes, sentía que sus piernas se debilitaban en todo momento, y no habría problema de tener un parto natural en casa, últimamente se había hecho un tema muy común entre las embarazadas, ¿No habría porblema, no?...siempre y cuando su embarazo no fuera de alto riesgo y el hacerlo en casa derivaba en tres cosas, o muere el bebé, muere ella o en el caso mas horrible, mueren ambos, Rin se comenzaba a desesperar, entendía que su suegra no la quería, pero llegar a tal grado de no importarle que perdiera a su nieto, eso ya era crueldad, y se consideraría sadismo ya que sabía perfectamente que cualquiera de las dos podía perder la vida, cosa que le termino importando menos.

Se acercó a su gabinete en busca de aunque sea un pasador, no era experta en abrir cerrojos, pero quería creer que su instinto de supervivencia le ayudaría.

Quería llamarle a quien fuera, a alguien que la ayudara, cosa que no se podría, ya que Lily había pensado hasta en eso al hacerla dejar su teléfono en la sala, ya había intentado gritar por ayuda, pero a esa hora no había casi nadie en todo el edificio ya que estaban en sus trabajos, su ventana estaba cerrada y al vivir en un piso alto, no podrían escucharla.

Otra contracción se hizo presente, eso la debilitó bastante y decidió descansar sentándose en el piso, la sangre comenzaba a recorrer todo el piso, eso la asusto bastante, al ser madre primeriza, no sabía bien cuánto era una cantidad "normal" de sangrado.

Se comenzaba a hiperventilar, miraba su techo esperando una respuesta o por lo menos una solución, las contracciones se hacían cada vez más cortas y dolorosas, al grado que cerraba los ojos debido al dolor, su cuerpo comenzó a sentir la adrenalina recorrer todo el camino, podía sentir que era el momento de pujar, pero tenia miedo, demasiado miedo.

~ONE-SHORT~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora