~ONE-SHORT~

Never...never... ✨️

¡ A D V E R T E N C I A !

este capitulo contiene temas como su*cid*o, Violencia fisica, violaci*n, y abort*, si eres sensible a esos temas, eres libre de pasar al siguiente capítulo.

Se recomienda discreción.

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Sentía la sangre fluir por su muñeca, él dolor se había ido y ahora solo sentía frio y cansancio, de pronto todo se había vuelto borroso, como si hubiera una niebla dentro del baño.

Sus pies se comenzaron a enfriar, sentía como la sangre se iba de esas zonas y comenzaba a salir por medio de los cortes profundos que había logrado hacer a través de la navaja, quien lo diria, una pequeña pieza, aplicándole la presión necesaria podría lograr hacer un desastre.

Miraba la ventana, viendo el cielo en tonos azules, algo que tanto amaba, ese tono azul en el atardecer, tan melancólico y triste.

Quería regresar el tiempo y evitar cortarse las venas, pero jamás, Nunca, J A M A S, se arrepentiría de haber conocido a ese pelinegro, aunque hubiera sido el causante de todo su infierno de un año y medio, jamás se arrepentiría de que ese chico la enamorará.

Odiaba el hecho de no poder odiarlo.

La había engañado, la maltrataba, la utilizaba como objeto, hasta la vendió...pero aun así, su corazón tan lastimado imploraba perdonarlo una vez más.

Su vista se oscurecía cada vez más, quería unirse de nuevo en un beso con su amado, pero era demasiado tarde.

El solo imaginarse una vida sin él era una tortura total, prefería arrancarse el corazón ella misma antes que estar un día lejos de él.

Pero parecía bastante decidido al decir...

"Jamás te ame...¿Acaso no entiendes que eres un pedazo de carne podrida para mi?."

Tan cruel y sanguinario fueron esas palabra, pero aun así era capaz de perdonarlo, lo haría las veces que fueran necesarias...

Solo que el ver que Rei y Akari tenían un anillo puesto, el saber que se había casado con ella pese a solo conocerla hace 4 meses...y no elegirla a ella que lleva casi dos años con él, eso sí la mato, corrió hasta su departamento, entro a su baño, y sin pensarlo dos veces lo hizo, no fue difícil gracias a la adrenalina...

Sus últimos pensamientos fueron sobre su hermana menor.

¿La dejaría sola?

¿SERIA CAPAZ DE ABANDONARLA?

A esa pobre rubia que no tuvo nada que ver, le dolía el hecho de no haber sido ese ejemplo fidedigno que necesitaba.

Recordó el día exacto en el que estaba en el hospital, al entrar al cuarto y que le permitirán cargarla por primera vez.

Sentía que la rompería con el simple hecho de respirar, se veía tan pequeña, tan indefensa, tan hermosa.

Recordó el sentimiento y la promesa que le había hecho.

"Te protegeré toda mi vida, hasta que no pueda mas".

Las lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, quería perdile perdon por no haberlo logrado, aún queria verla triunfar, terminar su prepa y entrar a la universidad, verla casarse, tener hijos, no podria...pero en verdad quería.

Pero de nuevo...su corazón latió dolorosamente.

Una voz interna le dijo

"no pierdas el tiempo pensando en ella, piensa en él".

Recordó el día en que se conocieron, cuando conocio a su verdugo, donde todo empezo, esa sonrisa tan depredadora y su instinto de autodefensa gritándole que no lo dejara entrar a su vida, pero dejó esos pensamientos a un lado, suspiro y con una sonrisa solo se dijo a sí misma.

"¿Qué es lo peor que podría pasar?".

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-¡Rui! Ya llegue, traje a Len, te va a preparar tu comida favorita-. Dejo las bolsas a un lado, le sonrió con amabilidad al rubio.

-¿Segura que tu hermana está bien?...después de lo que nos comentaron y de como vio a Rei...la verdad no me da paz el que este sola-. Miro con preocupación a su amada, ella relajo los hombros, y aun con la sonrisa en su rostro hablo.

-Si te soy sincera...siento paz de que por fin lo dejo...el ver que cada semana regresaba con un ojo morado, un derrame en ambos ojos, que usará sudaderas para ocultar sus golpes....o esa ocasión en la que le provoco un aborto por golpearla...o cuando por su culpa la viol-. Su garganta se atragantó a medio camino, se detenia a sí misma de recordar esos momentos tan horribles.

-Si, entiendo...pero que yo sepa cuando una persona sale de un amor tan toxico, pueden llegar incluso a atentar en contra de su vida.- Comenzó a sacar las cosas de las bolsas para poder empezar ya a preparar la comida.

-Lo sé, pero ella prometió no dejarme sola, así que esta bien...¡Rui!-. Llamo nuevamente a la mayor, ya que su primer saludo no había sido atendido.

-Puede que este dormida...la depresion hace eso a veces-. Sintió una tristeza invadir su pecho al haber dicho eso, no debían normalizar para nada la depresión que mantenía su cuñada, pero si eso distraía su mente de pensar en Rei, talvez funcionaria.

-Tal vez, deja voy a despertarla-. Ambos sonrieron, reconfortando al otro, ella se perdió en el pasillo que conectaba sus cuartos.

Len sacó su teléfono, buscando la receta de la comida favorita de Rui, Rin había creado un plan para poder hacerla salir poco a poco de su tormento, para después llevarla al psicólogo y una vez ahí-

-¡AAAAAAAAAAH! RUI NO, NOOO AH-. El grito desgarrador de Rin retumbó por todo el lugar, Len sintio que su columna se tenso de una manera horrible, dejo todo a un lado y corrió hasta llegar donde había escuchado el grito.

Al llegar abrazo a Rin, mientras le tapaba el rostro sintio como ella apretaba con fuerza su sudadera, los gritos ahogados de Rin se sentian en su pecho, Len miró horrorizado tal escena, Vio como la pelinegra estaba sentada mientras su espalda estaba recargada en la tina, estaba rodeada en un charco de sangre fresca, en su mano izquierda tenía la herida abierta, su mano derecha tenía una prueba de embarazo.

Cerró los ojos intentando mantenerse cuerdo para poder lograr ayudar a Rin con esta escena tan cruel, su mente se quedó en blanco, no podía creer.

"¿QUIEN SERIA TAN CRUEL COMO PARA LLEVAR A SU "AMADA" A LA MUERTE?".

"Nunca, Nunca, pero nunca, amén tanto a un hombre"...