Capítulo 12

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Tay escuchaba mientras se encontraba escondido en el cuarto de lavado afuera en el patio trasero. No conocía la voz de Sarin, pero necesitaba saber la posición de todo el mundo. Great estaba a su lado, una determinación sombría en su rostro cuando asintió con la cabeza a Tay.

Ellos estaban allí. Tay no había traído a nadie excepto a su conductor. No necesitaba a nadie más. Si dos electus no podían acabar con un solo lobo Alfa, no se merecían el título.

—Sólo corrió fuera de aquí—oyó a una mujer diciendo. Tay dedujo que era la madre de New. El tono de su voz daba con la edad.

—Él no había ido de nuestro lado desde que se enteró que New había desaparecido, y ahora corre de aquí como si su culo estuviera sobre fuego. No lo entiendo—un hombre más joven, alrededor de la edad de New, tal vez unos años más, habló.

Tay volvió a mirar a Great, las cejas formaron un ceño mientras escuchaba con atención. ¿De qué estaban hablando ellos? ¿De Sarin? Tay tenía una sensación de hundimiento en la boca del estómago, como si se hubiera tragado un cubo de hielo.

—¿New?—Susurró a través de su enlace—. ¿Anamchara?

Nada. Ni un atisbo de mierda. Tay intentó una vez más hablar con su compañero a través de su enlace, pero New no le respondió. Rápidamente salió de su escondite en la lavandería y se precipitó fuera.

Tay rugió cuando salió corriendo por la esquina de la casa, sintiendo como si todo su mundo se desmoronara a su alrededor cuando se quedó mirando el espacio vacío donde debería haber estado la limusina aparcada.

—¿Crees que Sarin se lo llevó?—preguntó Great cuando se unió a Tay.

—Yo sé que él se lo llevó.—Tay gruñó mientras se dirigía a la casa donde una mujer estaba boquiabierta mientras lo miraba y rápidamente se alejó.

—Atrás—gritó un hombre de cabello oscuro, cuando dejó que sus garras se extendieran en toda su longitud—. Voy a matarte.

—Yo soy el Electus Tawan Vihokratana.

—Tú eres un vampiro—el hombre gruñó mientras sus ojos verdes brillaban en la tenue luz de la casa. Tay suponía que era el hermano de New. Tenían los mismos ojos—. ¡Estás muerto, si te acercas a mi madre!

—Soy el compañero de New.

Vio cómo los rostros del joven y su madre estaban llenos de confusión. No estaba seguro si era de shock o decepción, pero a Tay no le importaba en este momento el ser aceptado por la familia de su pareja—. ¿Quién es él que se fue de aquí?

—El Alfa Sarin Ronnakiat.

Tay maldijo. Sus garras extendidas y curvándose, con ganas de hundirse en la carne del Alfa y atravesarlo—. ¿Saben donde puede estar? New estaba en la limusina que el Alfa acaba de robar.

La madre de New se cubrió la boca cuando un grito cayó de sus labios—. ¿Mi New estaba aquí?

—Señora, por favor.—Por mucho que Tay quería consolar a la madre de New, no tenía tiempo. La vida de su compañero estaba en riesgo, y tenía un Alfa al que matar—. ¿Puedes pensar en algún lugar al que iría?

—De seguro llevó a New de regresó a su manada—otro joven dijo cuando dio un paso adelante. Él le resultaba vagamente familiar a Tay.

—Te conozco.

El joven asintió con la cabeza—. He diseñado el sitio web de la Caverna de Cristal.

—Bien, me acuerdo.—Tay asintió con la cabeza. Pluem había sido muy útil para conseguir que New se acercase a él. Tendría que recordar darle las gracias al hombre. Más tarde—. ¿Puedes llevarme al territorio de la manada del Alfa Sarin?

INDÓCIL | taynewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora