Capítulo 8

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Tay levantó la vista de la lista de inventario en la que había estado trabajando cuando Off entró en la habitación—. ¿Encontraste algo?

Off se dejó caer en la silla frente al escritorio de Tay y éste negó con la cabeza—. No, y eso es lo que me preocupa.

—¿Estás preocupado porque no atrapaste a Earth haciendo algo mal?—Tay frunció el ceño—, ¿eso no debería ser una cosa buena?

—¡No!—rompió Off—. Es sucio. Tú lo sabes, y yo lo sé. Simplemente no puedo probarlo. A menos que te desafie abiertamente, no hay manera que nosotros consigamos sacar de la tribu a ese idiota, con excepción de que podamos atraparlo en algo.

Tay asintió con la cabeza—. ¿Has visto las cintas de seguridad de su reunión?

—Si, acabo de hacerlo, y me preocupa. Los intereses comerciales de Earth siempre han patinado al borde de lo que aún es legal. Desde que trajiste a New a casa, Earth de repente parece estar jugando limpio.

Tay se reclinó en su silla y golpeó su pluma contra sus labios. No le gustaba la idea de que Earth pudiera estar planeando algo relacionado con New—. Nunca hemos sido capaces de demostrar que Earth estuviera haciendo algo mal en el pasado, pero sabemos que él lo hace. Earth actúa todo inocente y eso ahora es suficiente para levantar banderas rojas ante mí.

—Exactamente.

—Está bien, quiero que sea vigilado. Mientras tanto, voy a poner a alguien que revise sus finanzas. Tiene que haber alguna manera de probar que él está tramando algo. Quiero saber todos sus movimientos, dónde va, y con quién se ha reunido. Earth está tramando algo.

—Voy a asignar a alguien de inmediato.

—También quiero que Bright refuerce la seguridad de New. Si los planes de Earth tienen algo que ver con New, no quiero que tenga una oportunidad para que pueda concretarlos.

Off se quedó en silencio por un momento. Tay se limitó a esperar.

—¿De verdad le vas a confiar la seguridad de New en Bright?

Tay suspiró con frustración y arrojó la pluma sobre el escritorio—. No creo que tenga mucha elección.

—Tú eres el Electus.—Off soltó un bufido—. Siempre hay una elección.

—Hola, ¿conoces a mi anamchara?

—Tienes que conseguir manejarlo, Tay. La tribu está empezando a hablar.

Los ojos de Tay se estrecharon—. ¿A hablar?

—Son sólo susurros, pero no entiendo porqué no sigue las reglas. Hasta que anuncies que él es un lobo, van a continuar preguntándose porqué estás dejando que un simple humano haga lo que quiera.

Tay pasó la mano por su cara. New estaba resultando ser un enorme dolor en el culo a la hora de aceptar su papel como el anamchara del Electus. Él no tenía un hueso de sumisión en su cuerpo.

Por otro lado, la vena salvaje en él se acercaba a Tay más y más cada día. Tay estaba fascinado por New. Su compañero era un hombre salvaje en la cama y fuera de ella. Nunca tenía un momento aburrido. Y aunque pareciera extraño, Tay amaba cada minuto de ello. No quería aplastar el espíritu de New.

—Bueno, voy a pedirle que baje el tono un poco, pero no estoy haciendo ninguna promesa.

—¿Por qué no le dices a la tribu que él es un lobo?

—Porque quiero que la tribu llegue a conocerlo primero, para que sepan qué tipo de hombre es. New es diferente a cualquier lobo con los que nos hemos encontrado, y no creo que él sea una amenaza para nosotros. Una vez que la tribu lo conozca, espero que lo acepten sin importar lo que es.

INDÓCIL | taynewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora