𝐈

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𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐨𝐧𝐞
love secretly

La brisa cálida de la tarde acariciaba mi rostro mientras me despedía de Pablo en la puerta de mi apartamento. Los conciertos de mi gira estaban a punto de comenzar, y el peso de la distancia inminente se hacía sentir en cada gesto y mirada.

—Prométeme que te cuidarás —dijo Pablo, sujetando suavemente mis manos con cariño. Sus ojos reflejaban una mezcla de orgullo y preocupación.

—Lo haré —respondí, forzando una sonrisa.

Sabía que mi carrera como cantante me llevaba a recorrer el mundo, pero el precio de esa libertad era estar lejos de la persona que amaba.

Pablo me abrazó, susurrándome al oído.

—Voy a extrañarte cada día. Pero sé que esto es importante para ti, y siempre te apoyaré.

Asentí, sintiendo el calor de sus palabras en mi corazón.

—Y yo a ti. Prometo llamarte cada noche, sin importar en qué parte del mundo esté.

Nos separamos lentamente, nuestras manos aún entrelazadas, como si quisiéramos prolongar el momento lo más posible. La despedida era inevitable, pero ambos sabíamos que nuestro amor era fuerte y podía resistir la prueba del tiempo y la distancia.

—Te amo, Pablo —dije, finalmente soltando su mano y caminando hacia el taxi que me esperaba.

—Te amo, Luna —respondió él, viendo cómo me alejaba.

Mientras el taxi se perdía en el horizonte, y divisaba cada vez menos a Pablo, sentí una mezcla de tristeza y esperanza. Sabía que los próximos meses serían difíciles, pero estaba segura de que nuestro amor sobreviviría, sin importar cuán lejos estuviéramos el uno del otro.







𖦹𖦹𖦹








Me encontraba escondida detrás de las cortinas del salón, nerviosa pero emocionada por ver a Pablo después de tanto tiempo. Él, el famoso futbolista, el mejor amigo de mi hermano, había logrado colarse en mi corazón de una manera que no había imaginado posible. La relación entre nosotros era un secreto, guardado celosamente para evitar cualquier escándalo, especialmente por parte de Pedri, mi protector hermano mayor.

Pablo entró con una sonrisa cautivadora, su cabello oscuro y su porte atlético llenando la habitación de una energía magnética. Mientras yo lo observaba con admiración, pero cuando nuestras miradas se encontraron, el mundo pareció detenerse. Nos acercamos lentamente, como si el tiempo conspirara a nuestro favor, y nos fundimos en un beso apasionado.

En ese preciso momento, la puerta se abrió de golpe, revelando a Pedri, con los ojos abiertos de par en par al ver la escena frente a él. Al instante me separé de Pablo, mi corazón latiendo con fuerza mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para explicar lo inexplicable.

Pedri nos miraba alternativamente, con una mezcla de sorpresa, confusión y decepción en su rostro. Finalmente, rompió el silencio con una sola palabra: "¿Qué?".

Trague saliva, con nervios, sintiendo un nudo en la garganta. Pablo dio un paso adelante, queriendo protegerme del inminente enfrentamiento.

—Pedri, esto no es lo que parece —comenzó Pablo, tratando de calmar la situación.

Pedri levantó una mano, interrumpiéndolo. —¿No es lo que parece? Porque parece que mi mejor amigo está besando a mi hermana a escondidas —dijo, su voz temblando entre la incredulidad y el enfado.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒, 𝗽𝗮𝗯𝗹𝗼 𝗴𝗮𝘃𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora