𝐗

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𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐭𝐞𝐧
the game of the heart

El estadio Camp Nou estaba repleto de aficionados vibrando con la energía del clásico entre Barcelona y Real Madrid. Entre la multitud, mi atención fue capturada por una chica en particular, su rostro proyectado en la pantalla gigante del estadio. Era Fer, una joven apasionada por el fútbol, y verla ahí me llenó de una mezcla de alegría y nerviosismo.

Mientras intentaba concentrarme en el calentamiento, no pude evitar notar a Jude Bellingham, el joven talento del Real Madrid, observando a Fer. Luego, lo vi acercarse a João Félix y señalar hacia donde estaba Fer. Mi curiosidad y celos se intensificaron cuando me acerqué lo suficiente para escuchar la conversación.

—João, ¿conoces a esa chica? —preguntó Jude, señalando discretamente hacia Fer.

João sonrió al ver a quién se refería Jude y asintió.

—Sí, se llama Fer. Es amiga de un par de compañeros del equipo y viene a vernos jugar siempre que puede.

—Me parece una chica muy bonita —confesó Jude con una sonrisa traviesa.

Escuchar eso me hizo hervir por dentro. Me esforcé por mantener la calma y no confrontar a Jude en ese momento. Sabía que el partido aún no había comenzado y debía mantener la concentración.

El pitido inicial sonó, y me obligué a apartar mis pensamientos sobre Fer y Jude, centrando toda mi energía en el juego. Sin embargo, una pequeña llama de determinación ardía en mi interior, dispuesta a defender mis sentimientos por Fer en el momento adecuado.

El partido comenzó con una intensidad que caracterizaba a los clásicos entre Barcelona y Real Madrid. Me lancé al juego con la pasión que me distinguía, pero no podía evitar que mi mirada se desviara ocasionalmente hacia donde estaba Fer, tratando de asegurarse de que estaba bien y disfrutando del partido.

Durante los primeros minutos, Jude y yo tuvimos varios encontronazos en el campo, cada uno mostrando su destreza y habilidad. En un momento, después de una dura entrada mía, Jude cayó al suelo y, al levantarse, me miró con una sonrisa desafiante, como si entendiera perfectamente la razón detrás de mi agresividad.

—Tranquilo, compañero. No es necesario ser tan rudo —dijo Jude con una chispa de picardía en los ojos.

Me limité a mirarlo fijamente, sin responder, antes de volver a mi posición. Sabía que debía mantener la calma y no dejarme llevar por las emociones.

El primer tiempo avanzó con ambos equipos luchando por la supremacía en el campo. Fer, mientras tanto, seguía el partido con nerviosismo, consciente de las miradas que le lanzaba de vez en cuando. Ella apreciaba el gesto, pero también estaba preocupada por cómo esto podría afectar mi rendimiento.

Cuando el árbitro señaló el descanso, nos dirigimos a los vestuarios. Aún con la adrenalina del juego, me encontré con João en el pasillo.

—João, necesito hablar contigo —dije, tratando de controlar mi voz.

—Claro, Gavi. ¿Qué pasa? —respondió João, notando la seriedad en mi rostro.

—Es sobre Fer. Escuché lo que Jude dijo. No puedo dejar de pensar en ello. Siento que necesito hacer algo, pero no quiero que afecte mi juego ni la relación que tengo con ella —confesé, frustrado.

João puso una mano en mi hombro y me dio una mirada comprensiva.

—Mira, Gavi, entiendo lo que sientes. Fer es una gran chica, pero no puedes dejar que esto te desconcentre. Este partido es importante, y tu equipo te necesita enfocado. Habla con ella después del juego, dile lo que sientes. Pero ahora, debes mantener la cabeza en el partido.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒, 𝗽𝗮𝗯𝗹𝗼 𝗴𝗮𝘃𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora