Capítulo XVII

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17-Declaraciones.

Nikolai Petrova.


—Nikolai la docena de hombres están afuera de la mansión esperando tus órdenes—habla Alexei entrando en mi despacho.

—Está bien, ahora voy a llamar a Dimitri para ver si ha encontrado alguna pista de donde pueden estar esas ratas.

Llamando a Dimitri.

—Encontraste alguna pista.

—Como siempre al grano, y sí querido amigo si encontré una pista de donde pueden estar esos desgraciados.

—habla.

—Uyy que carácter —se burla.

—Dimitri—advierto—no estoy para bromas.

—de acuerdo, hace unas horas se vio a Kion rondear por el departamento de Asia, lo seguí hasta las afueras de la ciudad, en estos momentos estoy escondido, todos ellos están en una casa de madera abandonada.

—Quedate ahí, ya vamos para allá.

—y a dónde iba ir.

—Dimitri

—¿Quee?

—Llevas arma—pregunto.

—pués obvio, no me iba a meter a la boca del lobo desarmado—se brula—además yo no soy tan imprudente como otros.

—está bien, te veo allí.

Fin de la Llamada.

Alistate es hora—le digo a Alexei.

Tomo mi arma y la guardo detras de mí espalda, al igual que la cuchilla que guardo en mis zapatos, agarro las llaves de la camioneta, al salir de la casa la docena de hombres ya está preparado y armados.

—Bien iremos en la camioneta un grupo, el otro irá en la otra camioneta, cuando ya no halla más carretera pararemos ahí, a partir de ese camino andaremos, se quedarán dos personas custodiando las camionetas, estás mismas hay que tratar de camuflarlas—termino de decir para subirme en la primera camioneta junto con Alexei.

—Dimitri ya está allí—miro a Alexei—ya nos está esperando.

—ese gallina como le encanta hacer el papel de detective—se burla.

—al menos lo hace mejor que tú —le respondo.

—Oye—me reclama.

—¿Quee?—pregunto.

—eso me dolió.

—idiota.

—señor hasta aquí llega la carretera—interrumpe nuestra conversación el conductor.

—bien tú y el otro conductor se quedarán velando las camionetas—los señalos—los demás ya saben que hacer.

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