¿Qué hora son, mi corazón? - T2

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No pudo dormir desde que se despertó a las 6 de la mañana. Todo lo tenia en la mente y las ideas seguían revoloteando aún que él estuviera demasiado cansado. No quería seguir despierto, solo necesitaba dormir un poco más hasta que la hora de reunión llegará ¿Pero que podía hacer cuando estaba en un país que solo le traía muchísimos malos recuerdos? Estuvo frente a frente con Cristiano y tuvo que ahorrarse las ganas de golpearlo o podría tener cargos sobre él. Pero le había hecho tanto daño... había tocado a su prometido y no podía dejarlo pasar.

"Buenos dias"

Escribió ese mensaje para su prometido, quién aún debía estar durmiendo. Cerro la puerta detrás suya para dirigirse a los pisos de arriba, donde estaba la oficina. Entro al ascensor y una llamada entrante lo asusto. Era Guille ¿Qué hacia despierto a esta hora?

—Ho-

—Tenemos al hijo de puta.

Claramente esas palabras lo sacaron de ese cansancio físico y abrió sus ojos de sorpresa— ¿De qué estas hablando? Tengo sueño, pero-

—Ayer recibimos el correo de que abrieron el caso contra Sergio Ramos. Se supone que las investigaciones en su contra terminaron con un descarte de su persona como cómplice o autor del secuestro, pero ahora las cosas han cambiado.

—Pero vos mismo dijiste que Sergio estaba con ustedes cuando anunciaron que Ciro desapareció.

—Si, porque hemos confirmado que Sergio no tiene a mi cachorro en custodia. El pendejo de Sergio se le "olvido" que, en ese mismo dia, Cristiano había asistido a su casa.

—¿Qué? —Pregunto totalmente desencajado y confundido— ¿Cómo concha pudo olvidarse de ese detalle? —Debía llegar a la oficina en cuanto antes porque debía ingresar la información a los documentos— Es una locura. Debemos arrestarlo y mandar una orden de captura a Cristiano. Estoy muy cerca de la oficina. Mandare una orden.

—No.

—¿No? —Abrió la puerta con un golpe fuerte, asustando a los recien despiertos policías dentro— ¡¿Como que no, pelotudo?!

—Ramos nos puede servir mucho. Él es la persona más cercana a Cristiano y puede facilitarnos muchas cosas. Además... —Bajo la intensidad de su voz— No podemos ir con una orden y ya. Debemos investigar por nuestra cuenta para encontrar pistas o hechos que nos conduzcan a que mi hijo se encuentra con él.

—Vos sabes que es una tonteria.

—Es la burocracia, Sergio. Por la maldita burocracia debo esperar a que un juez y policías acepten nuestras pruebas, y así generar una orden de captura.

—Hoy te llevaré a tu hijo, Guille. Te lo juro.

—No Sergio, no intentes hacer algo más que seguir los pasos de la investigación. Si Cristiano sabe o se entera que estamos a punto de investigarlo, él puede ponernos medidas restrictivas y será peor si es que tú intentas hacer algo violento. Podrían desestimar nuestro caso en contra suya por un acto de violencia.

—Pero Guille, vos y yo sabemos que Ciro esta ahí.

—Lo se, Sergio. No sabes cuantas ganas de llorar tengo.

—Tranquilo, Guille. Esta bien, —Acepto con su cabeza mientras abría ese portátil— respetaré el proceso de investigación. Pero, por el amor de Dios, debes pedir otra orden de investigación a Sergio Ramos. No sabemos que otras cosas esconde. Presiento que ese hijo de puta sabe que esta rodeado y necesita vender a su amigo para no ir a la cárcel.

—No lo creo. Siento que Sergio tuvo miedo, pero no creo que él haya sido parte de este plan. Me rompería el corazón porque Lionel lo considera un gran amigo.