Narra Aria...
Me levanté por la mañana sintiéndome nostálgica y con lágrimas en mis ojos, ¿qué habré soñado para estar así?, no lo puedo recordar.
Sentí el aroma de mi propio perfume, este no es el sótano, estas no son las sábanas de la cama del sótano, ésta es mi cama...
— ¿Cómo llegué aquí? — murmuré parpadeando y frunciendo el ceño.
No soy sonámbula, y la última persona con la que estuve había sido Nikto, ¿Nikto me trajo a la cama?, incluso me abrigó.
Solo puedo pensar en algo, pienso en eso ocultando mí rostro con vergüenza entre las almohadas, su voz...
Su acento áspero y su voz profunda, se oye como una persona culta, no como alguien que se mete en la casa de una mujer ciega por diversión, me queda claro que no es un vagabundo, un okupa o un turista obsesionado por las cosas abandonadas, debe tener un trabajo, ¿cuál será?, ¿por qué está aquí?
Mi soledad y mi ceguera no me permiten ver mayor peligro, el riesgo pasó, lo que no se hizo, no se hizo, así de fácil, lo peor es que sé que existe peligro, no lo conozco, es un completo desconocido, pero no me importa.
Soy periodista, la curiosidad corre por mis venas, durante todos mis años de experiencia he entrevistado e investigado personas sin parar y mi necesidad de sentir conexión con alguien nunca habia llegado, hasta este momento.
Esto que estoy viviendo con él no tiene precedentes, es emocionante, ¿cómo podría dejarlo pasar?, será algo que recordaré toda la vida.
Tal vez lo estoy idealizando, ponerlo en un pedestal solo porque no me ha hecho daño como pienso que pudiera, no es razón para confiar en él, que tenga decencia humana no lo hace especial, lo hace especial su comportamiento, ¿quiere protegerme?, ¿tan débil parezco?, ¿protegerme de qué o quién?, ¿por qué habla en tercera persona la mayor parte del tiempo?, me había asustado cuando lo escuché, pero al verificar exhaustivamente la casa y todos sus rincones, la única presencia que sentía alrededor de mí, era la de él.
Creo que el no socializar adecuadamente con las personas me ha acarreado problemas, nunca quise escuchar, nunca quise poner en práctica los consejos de los demás, tal vez si lo hubiese hecho sabría que esto no es normal, que está mal y que debo llamar a la policía, pero es la unica persona en tantos años que se ha acercado a mi por voluntad propia.
Tener tanto trabajo también ha influenciado en mi dinámica social, no hablo con nadie fuera del trabajo, trabajo día y noche, en el podcast como parte del staff por las mañanas, en el audiolibro por las tardes, en una estación de radio como locutora por las noches y grabo como soprano fragmentos cortos de melodías para la musicalización de un videojuego, es una melodía para las pantallas de carga de la demo, nada muy grande, no tengo mucha participación, la desarrolladora es es una desarrolladora indie y por esas cosas la paga no es muy generosa que digamos, pero cada moneda cuenta.
Por suerte todos estos trabajos son a distancia, exceptuando lo que he comentado antes del podcast, de resto no interactúo con nadie y utilizo un seudónimo para poder trabajar más tranquila sin que nadie me moleste, pero con el tiempo y más aún con el segmento especial de preguntas y respuestas del podcast, la gente ha empezado a hacer conspiraciones y ha reconocer mi voz en mis otros trabajos, pero solo son teorías, mi voz es parecida a la de muchas otras personas.
Me dirigí a la planta baja, hacia la cocina, ahora que Nikto sabe que yo sé de su presencia aquí, no se molesta en ser silencioso y escucho como rueda cosas, cambia objetos de lugar, se ríe, habla solo y escucho sus pasos por toda la casa durante el día, no le digo nada, en esta casa las únicas cosas valiosas se encuentran en mi habitación y en la cocina, especificamente, ese frasco de vidrio sobre la isla.