Narra Aria...
Escuché que alguien entró a la sala de interrogatorios, se oía apresurado.
- Capitán, creo que tenemos al ladrón que huyó. - informaba el que entró.
(...)
Me llevaron a otro sala, me explicaron que del otro lado del vidrio se encontrarían varias personas y debía reconocer al ladrón, les dije que podía reconocer su voz.
- Haz que hable. - ordenaba el capitán.
- De acuerdo, sospechoso número 1 lee lo que dice el papel frente a ti.
No decían nada, nadie hablaba, solo había silencio.
- Idiota, necesito que hables ahora o te patearé el trasero. - ordenó el capitán yo temblé un poco por sus gritos.
- De acuerdo, las rosas son rojas, las violetas azules, ¿en serio?, ¿un poema? - interrumpía el sospechoso.
- No, no es él. - dije en voz baja.
- ¿No?, de acuerdo, el siguiente, número 2.
- Rosas rojas, violetas azules...
- De nuevo, alza la voz.
- Rosas rojas, violetas...
- No, él tampoco es... - aseveré.
- Ok, número 3.
- ...
- Dije... Número 3. - el capitán se había enfurecido.
- las rosas... Las rosas son rojas, las violetas azules.
- Pídale que lo repita de nuevo. - solicité.
- ¿Lo tienes?, ¿Es él? - me interrogaba.
- Dígale por favor que lo diga de nuevo.
- Número 3, empieza de nuevo.
- ¿Es en serio?, bueno...
Entonces los nervios se me congelaron y la cabeza me empezó a doler, recordé esa voz diciéndome muchas veces "¿Aria?, este es tu pedido, buenas noches."
- Es él... - aseveré.
- ¿Estás segura? - cuestionó uno de los oficiales.
- Que sí, que estoy segura, él tiene mi dinero.
Luego de muchas horas sin dormir, de estar asustada y sola en un pasillo cubierta por una enorme chaqueta del capitán de la división, el mismo se acercaba a mí, ya sabía diferenciar sus pasos de los demás y su olor a perfume almendrado.
- Señorita...
Me levanté al escucharlo.
- Siéntese, el muchacho estará detenido y bajo investigación, no ha dicho nada del dinero, dice que no lo tiene.
- Claro que lo tiene.
- Ya lo registramos, no tiene nada, dice haber extraviado el frasco.
- ¡Está mintiendo!
- Cálmese por favor, no podemos hacer más nada, registramos la zona de su domicilio y no encontramos ningún frasco con las características descritas.
Entonces un vacío me llenó el estómago abriéndole un agujero hasta mi corazón, dos años se habían ido a la basura, dos años ahorrando sin parar, cohibiendome de viajar, comprar cosas o alimentarme como quería, no sirvió de nada tanto esfuerzo, y nadie pagará por eso.
- ¿Tiene a dónde ir?, su casa permanecerá custodiada por investigaciones, podemos llamar a algún familiar suyo. - uno de los oficiales de policía que me interrogaba se ofrecía con amabilidad.
![](https://img.wattpad.com/cover/369333719-288-k151121.jpg)