✧ Capitulo 8 ✧

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Narra Cristian.

Han transcurrido tres días desde que Liri se encontraba recluida en la enfermería. Solía pasar tanto tiempo con Geisi que los murmullos en la escuela comenzaron a proliferar, insinuando que había algo más entre nosotros.
Sin embargo, la realidad era otra: aunque nuestras diferencias eran palpables, era imperativo que ocultáramos esa discordia.
La amistad que pretendíamos tener se basaba únicamente en la necesidad de derrotar a esa criatura.

En el aula, el silencio era abrumador; desde lo que ocurrió con Liri, cada uno se había sumido en su propio mundo, y las palabras se habían vuelto un lujo escaso.
Fue entonces cuando uno de nosotros rompió el mutismo:

-¡Basta ya! Ya estoy harta de esta situación. Nuestra compañera lleva tres días en la enfermería, y la verdad es que nadie ha tenido el valor de ir a visitarla. -Comentó Greicicc, buscando deshacer la atmósfera tensa que nos rodeaba.

-¿Era realmente necesario saltar? -replicó Thalía visiblemente molesta.

-Si te incomoda, es asunto tuyo -respondió Greicicc con una exclamación.

-Escuchen, todos tienen un punto -intervine, buscando mediar.

-Exacto, Cristian, la verdadera culpable aquí es ella por haberse lastimado la mano.

-Thalía, no te lo puedo creer - exclamé-. Si tú hubieras estado en su lugar, lo habrías hecho igual.

-A quien le importa -replicó Thalía, levantando los ojos al cielo.

-¿Te puedes callar de una vez? -intervino Cinthia, visiblemente irritada.

-Oh, cierto, olvidé que teníamos a la defensora del pueblo en la sala -bromeó Thalía, soltando una risa burlona.

Cinthia, en ese instante, se levantó de su silla y avanzó con determinación hacia Thalía.

-¿Qué dijiste? -preguntó con furia contenida.

-Lo que escuchaste -respondió Ruíz, con un tono provocador.

Fue entonces cuando Cinthia tomó a Thalía por el cabello y le propinó una fuerte cachetada.
Todos nosotros, al presenciar aquel arranque, tratamos de intervenir.

-¡Basta, deténganse! -grité.

-¿¡No ves que es ella!? -se quejó Thalía, mientras yo intentaba mediar.

-Thalía, por favor, déjala en paz.
Marcos, ¿puedes llevarla a otro lado?

Justo en ese momento, el timbre sonó, anunciando el recreo, pero decidí quedarme al final con Cinthia.

-¿Me puedes explicar qué acaba de pasar? -pregunté, confundido.

-Yo y Liri somos...

Pensamientos de Cristian.

No puedo creer lo que estoy pensando. -¿Cómo puede ser que una chica tan linda esté interesada en las...?

-Somos hermanas -interrumpió Cinthia.

-Qué alivio -susurré, aliviado.

-¿Qué ha sucedido? -preguntó, llena de curiosidad.

-Nada, olvídalo -respondí, dejando la intriga en el aire.

-Ella y yo compartimos la misma sangre, aunque aún no lo sospecha.
Fue la marca en su cintura la que reveló nuestro secreto; un signo que también adorna mi piel, como un hilo invisible que nos une en un lazo fraternal desconocido. Y nuestro padre también la tiene.

-¿Pero cómo puedes estar tan segura?

-Le pregunté a papá, y me reveló que tengo una hermana, que su madre la llevó lejos. Jamás pensé que ella estaría aquí.

Escuela Sangrienta [ En remodelación ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora