Capítulo 6: "Cueva"

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Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen.

Aunque no le gustaba sentir la furia que corría por sus venas, esta emoción le dió la fuerza que necesitaba para continuar nadando a pesar de que ya lo había hecho sin parar los dos días anteriores.

— Si fuera conciente de mi mismo, está jamás habría pasado - se dijo a si mismo, pero esto no era cierto, no había forma de saber lo que pasaría en caso de esto, o en caso de aquello, lo que importaba ahorita era el presente, salvar a las personas que más le importaban y que si está vez no llegaba a tiempo, se arrepentiría toda su vida - ¿Qué hago para seguir el camino sin desviarme? - Agarró su cabeza pensando en una posible solución, no podía permitir perderse en una situación de vida o muerte.

Miro alrededor buscando ideas u objetos que pudieran ayudar y en medio de esta búsqueda, la luz brillante que en la celda lo había visitado, había regresado. Zoro solo se concentro en el poder que inconscientemente estaba usando, una chispa se encendió, lo tenía claro, usaría todo lo que tuviera en sus manos a su favor.

El cabello verde comenzó a extenderse a la profundidad del mar, iluminando lo que comenzaba a ponerse oscuro y guiando el camino que debía tomar sin desvios. Sabía que la cueva a la que se refería la carta estaba en la parte profunda debajo del castillo central de East Blue, así que sin decir nada, solo con tener en su mente la imagen del lugar, como si tuviera vida, las hebras crecieron por metros y metros sin parar. Decidió confiar y comenzar a nadar, no tenía tiempo para confirmar cosa alguna, así que se aventuró y por aquel brillante camino nadó decidido.

Fue una buena decisión después de todo, ya que luego de una hora siguiendo el camino formado si parar, llegó a la entrada de la cueva que lo llevaría al Kraken.

¿Y si tienen planeada una enmoscada? - Pensó, si se encontraban atrapados por las tentáculos de un animal tan grande e intocable, y el era atrapado, sería el fin para todos, incluyendo al pueblo y los alrededores de East Blue.

Se oculto entre algas marinas y antes de entrar, concentro su mente para que su cabello regresará a la normalidad, pues no queria llamar la atención. Luego estructuró un plan que tenía las posibilidades de ganar a la mitad, es decir, podía salir mal, pero también podían salir bien, era mejor pensar antes de actuar, algo que a la fuerza le tocó comprender en base a sus momentos de crisis vividos.

Cuando se aseguro de que todo estuviera en orden escucho el sonido de las olas para sentir si alguna presencia se encontraba cerca, cosa que no sucedió, el océano se encontraba vacío, así que puso en marcha lo planeado.

La primera parte constaba de revisar sigilosamente si sus camaradas se encontraban verdaderamente dentro de la cueva, de nada le servía entrar sin saber de lo que esas sirenas eran capaces. El ser atacado sin piedad, probablemente quedar muy herido, y que no se encontrarán allí, sería un total desperdicio.

Dentro de la cueva ciertas partes no eran llenadas totalmente por el agua del mar, por lo que el sonido de cualquier criatura podía estar presente de manera más intensa en esas zonas. Estaba seguro de que Luffy o Ussop no se quedaría quietos en ningún momento y buscarían la forma de ser escuchados bajo cualquier medio con el objetivo de que sean tratados dignamente y les sirvieran una buena comida.

Entro con confianza a un lado de la entrada, usaba las rocas grandes que encontraba para cubrirse y acercarse poco a poco sin ser detectado, intentando nadar con sigilo para que las ondas del agua fueran imperceptibles.

Después de bastantes movimientos pequeños y lentos, miro la primera zona que podía usar para detectar las olas de sonido. Subió asegurándose que nadie se encontraba observando, respiró, cerro los ojos y efectivamente sintió el sonido de dos elementos metálicos chocando. Pero ¿Será que era alguno de ellos?.

Decidió avanzar con más cautela y verificarlo con sus propios ojos porque "hay que ver para creer". Zoro comenzó a sentir ansiedad, no sabía lo fuertes que podían ser los oponentes, y solo tenía unas armas viejas que podía quebrarse en cualquier momento sin embargo, después de avanzar sin rumbo por algún tiempo escucho a lo lejos la voz de Sanji quejándose.

Entonces aquí está el principe se encuentra mi príncipe - Pensó hasta que escucho un conjunto de voces apoyando la queja del rubio.

— ¡No piensen que va a venir!¡Ese tritón traicionó a mi reino! y se encuentra en uno de los calabozos con más seguridad de mi reino - escuchó a Sanji decir.

— ¡Es verdad! No servimos para nada como rehenes - Apoyo Usopp

Los guardias parecían distraídos, no les estaban colocando ni el más mínimo cuidado a sus nakamas. Se encontraba cada uno en un tentáculo del monstruo y el principe se encontraba a los pies de este encerrado en una jaula que se usaba para tiburones.

Dejo salir un pequeño suspiro de alivio, los escenarios más graves que en algún momento pasaron por su cabeza terminaron siendo una exageración. Estaban con vida y se veían completos de cabeza a cola, no pudo evitar la gran sonrisa que salía de su rostro, ni lo feliz que estaba de verlos de nuevo.

Lo que no sabía Zoro es las cosas por las que habían pasado por horas para sobrevivir y proteger al heredero de la corona.

Continuará...

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