Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen.
Era el momento de continuar con la siguiente fase del plan, esperar que todos los presentes de Goldfish fueran vencidos por el sueño, para poder tomar el círculo de llaves y liberar a todos de una buena vez.
Luego con toda la discreción, reemplazar con movimientos casi imperceptibles las figuras de sus camaradas, uno a uno en los tentáculos del Kraken. Esto lo lograría con la ayuda de las rocas que se encontraban allí mismo y si todo salía bien, escaparían sin ser descubiertos por el enemigo, en ningún momento.
Intento calmarse, se sentía ansioso ya que desde que llegó, habían pasado varias horas y ellos parecían estar perfectamente, o bueno, no era del todo así, ya que en sus cuerpos si se reflejaba cansancio.
— ¡No puedo más! - dijo fastidiado uno de los guardias.
— ¿De verdad no va a venir ese tritón? ¡Pero si es el más importante de todos ellos! - este nado en círculos, parecía que era su forma de hacer que su cerebro se mantuviese despierto.
— El Principe lo dijo, es muy poco probable que venga si está encerrado en un calabozo ¿No crees?.
— Entonces ¿Deberíamos ir a buscarlo al castillo?
— Es lo más prudente en mi opinión, tenemos sueño, hambre y a mí ya me duele la cabeza. Además ¡Mira! Esos bandidos duermen como si nada, ¡Que injusto! - Dijo apuntando al Kraken que dormía como un bebé y a los secuestrados que mientras descansaban se veían muy tranquilos.
— Está decidido, la mitad de nosotros irá a buscar a Zoro, y la otra mitad vigilará. Se rotarán entre ustedes para comer y dormir, después de todo necesitaremos la energía para la batalla. ¡Entendido!
— ¡Sí! - respondieron todos al unisono.
Y así fue como el riesgo de fracaso que corría al principio su plan, se había reducido exponencialmente. Todo el tiempo que permaneció escondido había valido la pena por completo.
Los guardias no estaban en sus cinco sentidos, ya que en cuanto el jefe se fue todos cayeron en un profundo sueño. Nadie le dijo nada a nadie, solo asistieron entre ellos y cerraron los ojos.
Llegó el momento que estaba esperando para actuar, se escabullo con la primera roca en su espalda, era la de la contextura de Franky, avanzo rápidamente pues tenía que aprovechar la oportunidad que le habían brindado los bellos durmientes.
Cuando estaba por llegar al chico peliazul todos abrieron los ojos, al parecer nunca se durmieron y por la mirada que le dedicaban al de los ojos verdes, ellos sabían que él estaba allí.
Un revuelto de emociones lo recorrió, aún así, no detuvo sus acciones, no era el momento, ni el lugar para alguna charla motivacional.
Cuando llegó frente a Franky, sus ojos apuntaron a la roca que reposaba sobre él, un gesto que le hizo entender lo que tenía en mente.
Zoro colocó en la cola del peliazul la roca, con el objetivo de empujarlo desde abajo, que la roca entrara en su lugar y Él en el proceso quedara libre.
— Funcionó - Pensó el peliverde.
Con su mano guío al tritón azúl hacía el escondite improvisado en que ya estaban listos los moldes de cada sirena para continuar, no obstante todavía faltaba tomar las llaves para quitar las esposas que les quitaban movilidad.
Se acercó al colíder que era el encargado de dirigir a las tropas de ese grupo, las llaves estaban en su mano derecha descansando sobre la arena y como era de esperarse, Zoro tomó las llaves y el guardía ni siquiera se inmutó.
Está vez el ciborg ya con las manos libres tomó también una de las rocas, dispuesto a hacer lo mismo que el espadachín con el objetivo de acelerar el proceso de rescate.
Repitieron este accionar hasta que todos quedaron fuera, pero aunque hasta ahora todo estaba siendo un éxito, tenían otro problema, en medio de toda la presión que los perseguía, no se percataron de que en el círculo de llaves, solo habían ocho. Se miraron entre ellos, ¿Dónde estaba la llave que encerraba a Sanji?
Se sintió la tensión y el pánico, ya era tarde para volver atrás, necesitaban hacer algo antes que los que descansaban en el suelo despertarán.
Zoro estaba muy preocupado miro al suelo, pues no quería ver la decepción nuevamente en la mirada de sus amigos, debió contar las llaves y tener eso en cuenta antes de empezar todo el plan, se sintió tan estúpido e insignificante.
— Aquí está la llave - dijo Luffy mientras se hurgaba con su mano derecha la nariz.
Nami le tapo la boca bruscamente, todo este tiempo se comunicaron con señas para evitar hacer ruido, pensó que todos habían entendido, pero no, allí estaba un pelinegro totalmente despreocupado como siempre.
En la mano izquierda del chico con sombrero de paja, reposaba la llave.
Zoro la tomó, no había más tiempo, si no actuaban rápido, tal vez sería demasiado tarde. Nado en silencio hacía la cerradura e introdujo la llave, la puerta con un click fue abierta.
Tomo al príncipe de la mano y lo jalo al lugar en el que se encontraban los demás.
— Están bien - pensó y luego soltó un suspiro de alivio.
Lo había logrado, después de que los siete mares le pusieron incontables pruebas, estaba frente a ellos ahora.
No soltó a Sanji de su agarre, incluso tomó su mano y entrelazó sus dedos con los de él. Este intento zafarse pero el deseo de tenerlo a su lado y cuidarlo no lo permitió. Sin duda el rubio estaba muy enojado, pero esto no le importó, no podía quejarse en este momento en el que la cautela era fundamental.
Con un gesto le dió a entender al grupo que era el momento de salir, así que movieron sus aletas para terminar con la última fase del plan, escapar.
Se encontraban algo decaídos, después de todo, volver a East Blue no era opción por ahora, no tenían la fuerza para luchar por su pueblo y tampoco sabían si existían aún, esas sirenas que debían proteger.
La energía y el ambiente se encontraba con muchos sentimientos de tristeza. Pero a pesar de todo eso, ellos sabían que las cosas no se iban a quedar así, encontrarían la formar de defender a su país hasta el final, incluso si esto significaba sacrificar sus propias vidas.
Continuará...
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𝐀𝐧𝐡𝐞𝐥𝐨
FantasyZoro es el tritón más fuerte de todo el reino, líder de las tropas de East Blue. Tiene grandes habilidades con la espada y poderes que pueden regenerar e incluso salvar la vida de muchos en ocasiones, aún así, él tiene un dilema que no puede resolve...