Capitulo 12: "Cacería"

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Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen.

Después de algunos minutos de viaje, todo el grupo había llegado a su destino. Se bajaron del lomo de Raya y la dejaron escondida a kilómetros de distancia, pues además de ser una especie muy extraña que sin duda llamaría la atención, tenía menos de un día de vida, y no querían que en caso de que algo sucediera, ella sufriera las consecuencias.

— Volveremos por ti, no te preocupes – Le dijo Luffy poniendo su mano en la nariz de la criatura. La pequeña solo asintió, sabía que ellos cumplirían con su promesa así que después de aquella despedida se reposó sobre la arena dispuesta a descansar.

Las sirenas se dividieron en grupos pequeños, ya que sería menos probable que alguien se notificará de sus presencias. Nadaron discretamente por cada arrecife hasta que se encontraron en la puerta trasera de la fortaleza.

Zoro comenzó a comentar el plan a los presentes. Como entrarían, por dónde, quien atacaría, quien defendería y quién iría a buscar a las personas que tal vez todavía seguían con vida.

— Luffy, ¡Nada de hablar en voz alta! ¿Entendiste? – le dijo Nami al pelinegro.

— ¡Si, no te preocupes! – dijo gritando a los cuatro vientos mientras se iba a su posición.

— ¡Ese tonto! – Murmuro enojada la pelinaranja apretando un puño de la rabia. Ussop tocó su hombro en muestra de apoyo, pero también en un gesto para que se calmara un poco, pues ya era la hora de actuar.

Se distribuyeron en las posiciones estratégicas que el moreno les había indicado, en aproximadamente diez minutos llegarían todos a su lugar, dando inicio a la cacería.

Luego de que el tiempo transcurriera, Zoro nado evitando toda ventana a la punta del castillo, su objetivo principal era la torre más alta. Entraría por allí, esto con el objetivo de no permitir el escape de algún ser por ningún lado.

Observó al rededor, no había rastro del enemigo. Luego repitió está acción pero mirando a través de un agujero hacía adentro, tampoco parecía haber algún tritón. Un vidrio quebrado se encontraba frente a él, así que sin ningún esfuerzo, paso en medio de el lo más silencioso que pudo.

Nado a la escalera principal en forma de espiral y cuando iba a bajar por ella se escucho una voz clara y masculina, no tenía dudas, era del rey de Goldfish.

— ¡Me encanta mi nuevo castillo! Cambiaré todo lo que es dorado, ¡con un rojo brillante! – Dijo risueño a sus sirvientes, que se encontraban colocando total atención.

— Si, su majestad – respondieron con respeto en una reverencia.

— Nunca pensé que esto sería tan fácil, deberíamos extender nuestro país todavía más.

— Si, su majestad – Respondieron una vez más.

Al oírlo cerca, se ocultó entre las sombras y empezó a acechar al tritón mayor, este solo iba gritando a todo pulmón lo que haría con su "nuevo hogar", claro estaba, la felicidad no le duraría mucho.

Una gran explosión al oeste del castillo distrajo a toda las sirenas que se encontraban siguiendo al Rey.

— ¿Qué pasó?¿Por qué nadie está en esa zona? – Los sirvientes que se encontraban cerca no respondieron nada – ¡Vayan estúpidos!¡No sé queden parados allí! – Ante las órdenes rápidamente tomaron acción, yéndose hacía el sitio del estruendo.

No era la función de ellos, sin embargo se fueron tal y como el rey lo había ordenado, no se había dado cuenta aún, pero se encontraba totalmente solo en la habitación de la corona, oportunidad perfecta para el espadachín.

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