—¿Cómo os habéis conocido?
—A Lis y Tirso les conozco desde el bachillerato.
Los tres estaban despiertos pero el único que no entendía como estaba de pie antes de las nueve de la mañana un jueves en sus vacaciones de verano era Lope, jamás había despertado tan agotado, pero lo cierto es que no solía dormir tan tarde, pero estaba ahí intentando no morir de sueño. Incluso Víctor había salido a correr temprano por la mañana y ya estaba vestido para el día.
—A Sergio le conocí en una fiesta hace un par de años. Éramos los únicos españoles en una reunión de escritores en Londres.
—Son increíbles, anoche fue la mejor noche...
—Hasta ahora —puntualizó Víctor.
—Y el chico que pillaste... —levantándose de la mesa para coger el zumo y no decir nada para que Lope interpretara el silencio —, estábamos a coma nada de conseguirte a alguien —bromeó Xavi provocando que Víctor se medio atragantara con el bocado que se había llevado a la boca.
—¿Qué? ¿De verdad hubieseis hecho eso? —preguntó mirando a Víctor de forma extrañada.
—Claro que sí —dijo Xavi volviendo, sirviendo un poco de zumo de naranja en el vaso de Lope —, Tirso y Lis son geniales haciendo de Celestinas.
—¿De verdad?
—Sí, cuando estábamos en último de bachillerato me hicieron dar el primer paso con una chica. Fue... mágico, hicimos migas de inmediato, teníamos el mismo plan de ir a la misma universidad pero diferentes carreras... ella es más de números y estadísticas y yo más de letras.
—¿Y qué pasó? —preguntó Lope.
Xavi miró a Víctor, él lo sabía así que poco le interesaba la historia.
—Rompimos —sentenció limpiando su boca tratando de que su voz no se quebrara —. Hace año y medio tuvimos diferentes caminos y ninguno quiso ceder. Ella aceptó un trabajo en Países Bajos y yo... me quedé aquí con una oportunidad única y... nos alejamos para siempre.
—Vaya, y yo que pensaba que había sido por el bigotito ridículo que te habías dejado...
Xavi giró los ojos y siguió comiendo.
—Entonces Navii y Sergio son los únicos afortunados que están de novios —bufó Víctor sorprendido tomando un poco de zumo —. Joder, pues ya podríamos espabilar todos...
—Lis tiene novio —respondió Lope mirando a Xavi —, se llama Borja, se ha ido a Londres por trabajo. Según me ha dicho llevan cinco años de novios.
—¡Pero qué me dices! —se sorprendió Víctor deteniendo su movimiento para romper un cruasán.
—Sí —afirmó Xavi cortando un trozo de tortilla de patata —, van en plan súper serios.
—Estoy sorprendido. ¿Pero y sus familias lo aprueban?
—Hombre, aprobar... es una palabra... digamos que se resignaron y lo aceptan —llevando el trozo a su boca —. Creo que tiene que ver con que no son los primogénitos. Aunque, si fuesen heteros seguro que ya estarían pensando en casarse y a los veintisiete, veintiocho tener un hijo —finalizó Xavi tomando un poco de zumo y preparando el siguiente bocado de su desayuno.
Víctor y Lope sintieron calofríos al pensar en la idea de tener hijos y más cuando recordaban la forma en que se hacían.
—No hablemos de eso que me da el parraque —bromeó Víctor bajando su vaso con zumo —, que aún no he superado que Dani Fernandez se haya casado y tan pronto fue su noche de bodas le hizo una hija a su esposa... que horror. Y a saber cuántos más va a querer...
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Enamorarse en Madrid
Teen FictionEs el mítico sueño de todo el mundo: un romance de verano. Un romance desatado, lleno de emociones y sentimientos que se vuelven incalculables, que duran toda la vida pero, ¿y si no es un sueño? ¿Y si no es como lo pensabas? ¿Qué haces cuando todo s...