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Hacia un mes que Jimin había regresado, en ese tiempo Jungkook se había dedicado día a día a conquistar a Jimin, todos los días habían ido a una cita distinta, desde caminar por el parque, compartir un rato juntos mientras comían una hamburguesa, ir al cine, ir a patinar, ir en un paseo en bici, salir a un bar, incluso había ido a museos, a karaoke, y también habían tenido días tranquilos una película en la casa del pelinegro, una tarde de hacer platos de arcilla, ir a leer a los niños del hospital, muchas cosas que los habían unido y les había echo felices, pero la cita de hoy era distinta.

Jungkook con ayuda de los amigos de ambos había preparado una cena especial, había apartado la azotea del mejor hotel, con una vista preciosa de toda la ciudad, una hermosa tarde de verano les haría como fondo natural para su tan ansiada propuesta.

Por que no podia esperar más por hacer de su lindo rubio su novio, para luego hacerlo su esposo, por que sabía que él era el amor de su vida y  por nada en el mundo lo dejaría ir.

Jimin estaba en su casa dando los ultimos retoques a su cabello y maquillaje, Dylan estaba ahí junto a Sabrina apoyándolo en la decisión que llevaba meditando hace una semana, no podía esperar más, Jungkook había sido todo un caballero, pero el necesitaba ir un paso más allá, no podía seguir en plan de citas y conquiste, el necesitaba a su hombre fin de la historia.

Ya tenia en mano su teléfono y su pequeño bolsillo donde llevaba su cartera su pequeño hidratante labial, y algo más. 

Tomo un taxi, sabiendo que con los nervios que tenia no podría conducir, estaba a solo 10 minutos pero con cada minuto que pasaba lo consumia la ansiedad, al llegar a su destino, respiro una ves mas tratando de hallar fuerza y calmar su alocado corazón pero no, su cuerpo no coordinaba con su cabeza.

Entro en el ascensor colocando el último número, su boca estaba seca, Dios los nervios lo consumían por completo, llegó al lugar indicado siendo recibido por un mesero, quien le pidió amablemente dejarle vendar sus ojos, Jimin acepto y fue conducido por el mismo chico luego de haberle vendado los ojos, al llegar al lugar que debía estar le pidió cerrará los ojos y permaneciera así hasta que le indicara.

La venda fue retirada pero sus ojos seguían cerrados, silencio, contó hasta cinco y un suave susurro fue escuchado en su oido, -Abre los ojos-

Jimin abrió sus ojos viendo una vista completa de la ciudad, el atardecer se veía explendido, sus ojos se humedeciendo, su cuerpo fue asaltado por unos brazos fuertes que le rodeaban y su mejilla fue apresada por un sin fin de besos, sonrio al sentir el aroma del perfume de Jungkook, no podia sentirse más a gusto.

Algunos minutos habían pasado allí sin decir nada, sin nada más que siendo ellos dos viendo el panorama, hasta que una avioneta interrumpió aquel silencio, haciendo algunas maniobras iba dejando un mensaje en el cielo.

¿PUEDO SER TU NOVIO?

Jimin no creía aquello, volteo y Jungkook lo miraba con tanto amor, que el solo sonrio timido, con un asentimiento de su cabeza aceptaba la propuesta de su ahora novio, un beso cerró aquella propuesta siendo acompañada por juegos artificiales que pintaban el cielo, un hermoso corazón decoro el cielo negro que ya estaba en la ciudad, después de un Te amo por parte de ambos, fueron a la mesa decorada que los esperaba, cenaron en calma con sus emociones a flor de piel, jimin no cabía de la felicidad, en algún momento recordó aquello que tenía en el bolso y sonrio, seria una gran diferencia a lo que tenia planeado pero no importaba.

Después de comer el postre se acercó a Jungkook le hizo levantar de su lugar y llegando nuevamente a la orilla del lugar le indico que mirara hacia un punto en especifico, dando una pequeña señal desde su telefono a sus amigos, allí sobre una azotea un poco más baja de la que estaban con algunas luces se comenzaba a ver un escrito.

El chico de mi escuela. [Km]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora