🔥CAPITULO 24🔥

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Zacharie

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Zacharie.

Zacharie: Perdón, perdón, perdón, lo siento tanto mi sol.

Intento salir cuando veo enormes gotas caer por sus ojos cerrados, pero sus talones están clavados en mi trasero manteniéndome en mi lugar.

La puerta se abre detrás de mí mientras beso el rostro de mi sol, dios, qué hice, la lastime.

Nunca me va a perdonar.

Dominique: ¿Qué mierda? —lo ignoro, al menos hasta que está a nuestro lado— ¿Por qué llora? ¿Qué le hiciste? ¿¡Ella te dijo que no!?

Por extraño que suene, nos ponemos a discutir fuertemente mientras estoy enterrado en ella.

Zacharie: ¿Qué? ¡No!

Juliette: ¡Basta!

Sus ojos se abren y dos gotas caen lenta y tortuosamente.

Zacharie: Perdoname mi sol, yo…

Juliette: Cállate, sabía que harías esto, lo hice a propósito, estoy cansada de que me traten con guantes de seda, solo… no pensé que sería tan doloroso.

Zacharie: ¡Dios Juliette! Te pude lastimar, ¡Ni siquiera sé si ya te lastime!

Dominique: Deja de gritarle imbécil, no ves que está sensible.

Zacharie: Cállate y muévete, no acerques tu polla a mi rostro hijo de puta.

La risa de Juliette nos hace mirarla sin entender nada, pero se ve tan linda, especialmente porque tiene mi polla en el coño.

Juliette: Dejen de pelear y Dom, aleja tu polla de él, es solo mía y la tendré después de que Zack termine.

Dominique: ¿Qué?

Zacharie: No jodas.

Su coño palpita ante sus palabras y tengo que cerrar mis ojos, dios santo eso se sintió jodidamente bien.

Juliette: Dom, siéntate en el sofá, puedes mirarnos así como Zack hará después cuando ocupes su lugar.

¿Ahora es ella la que da las órdenes aquí?

Zacharie: ¿Intentas dar las órdenes sol? —su rostro se vuelve del tono más rojo que haya visto y sonrío— las cosas no funcionan así sol, Dom ve a sentarte, hay cosas que nuestra mujer tiene que entender.

Dom se va sacando la ropa mientras camina hacia el sofá, odio al tipo, pero mi mujer lo ama y tengo que integrarlo a lo que tenemos.

Llevo las piernas de Juliette hacia mis hombros, ella abre grande los ojos, pero no me detiene así que agarró sus caderas con fuerza, nos miramos a los ojos intensamente durante lo que parecen horas pero solo fueron unos segundos.

Zacharie: Puedes mandar allí afuera sol, dame órdenes y di lo que quieras porque te daré el mundo, pero aquí adentro, sobre la cama, los que mandamos somos nosotros.

Me sonríe, se que se tomará mis palabras como un reto, pero no estoy en desacuerdo de que me haga tragar mis palabras.

Puedo verme tranquilamente atado a la cama mientras ella me monta, joder…

Hago mi pelvis hacia atrás, saliendo hasta la mitad de su interior, sus bellos ojos me miran expectantes y me hundo por completo en su calor que me envuelve tan placenteramente que gimo sin poder detenerme al igual que ella.

Zacharie: Joder

Juliette: Oh… Zack más…

Dios

Intento hacerlo lo más suave posible porque no quiero lastimarla más de lo que ya está, pero es literalmente imposible cuando su calor abraza mi polla tan bien que me hace perder el raciocinio.

Entro y salgo de su interior chocando mi pelvis contra sus redondas y perfectas nalgas, haciendo un eco ensordecedor que no hace más que el fuego que arde en mi interior por mi mujer.

Mía, toda mía, así como soy todo suyo.

Juliette: ¡Zack!

Gime fuerte mientras sus manos agarran en puños las sábanas a sus lados, mis manos están clavadas en su cadera y la suavidad se ha ido por la ventana hace ya varias embestidas, ahora solo hay dureza y descontrol.

Zacharie: Dios… te amo mi sol —embisto una y otra vez— te amo tanto joder.

Embestida tras embestida le robo muchos gemidos y jadeos, bajo sus piernas de mis hombros para que me rodeen la cadera y vuelvo a embestirla, pero ahora mientras chupo sus deliciosos pechos, paso de uno a otro, mordiendo y torneado de sus pezones con mis dientes.

Juliette: ¡Ah! ¡Sí!

Sus uñas se entierran en mi espalda , siento el ardor en ella, pero eso solo hace que mi cuerpo se estremezca y mis embestidas aumenten.

Su coño empieza a contraerse entre palpitaciones mientras siento mi polla engordar en su interior, la embisto con más rapidez, perdiendo el control sobre mis embestidas cuando todas las sensaciones me abruman, el eco ahora es un ruido sordo a mi alrededor perdiéndose como todo lo que nos rodea.

Se aprieta con más fuerza a mi alrededor mientras grita su orgasmo y momentos después con algunas embestidas fuertes más yo la sigo, acabando tan profundamente en su interior mientras muevo mi pelvis lentamente para dejar todo dentro de ella.

Zacharie: Eso fue…

Juliette: Perfecto.

Intenso, extremadamente placentero y lo mejor que me ha pasado en la vida luego de conocerla.

Levanto mi cabeza de su cuello para ver su rostro, su respiración empieza a calmarse y el sonrojo empieza a irse, hay un poco de transpiración en su frente y pecho y una sonrisa radiante en su boca.

Zacharie: Te amo.

Juliette: Te amo princesito.

Salgo de su interior y me maravillo viendo mi polla aún erecta con sangre rodeándola, sé que el pensamiento está mal, pero mi lado posesivo me dice lo jodidamente bien que está esto, que ella es mía porque yo la reclamé primero.

Malos pensamientos, lo sé, pero qué me importa, ella es mía, si tengo que compartir unos minutos de su tiempo que así sea, yo soy el que tiene su sangre en la polla.

Dominique: ¿Piensas acaparar todo su tiempo imbécil? Es mía también.

Y así de rápido se rompe mi estúpida burbuja.

¿Por qué lo dejé con vida? Joder debí matarlo, debí empujarlo del estúpido techo del orfanato cuando los tres subimos a escondernos.

Ahora tengo que aguantarlo todo el día, todos los malditos días de mi vida.

Al menos hasta que casualmente se muera.

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